miércoles, 26 de marzo de 2014

PUBLICADO HOY EN "EL PAÍS"

La justicia no es tan ciega

Gabriel Pérez Castellanos quiere convertirse en el primer magistrado invidente de España

Necesita el permiso del Gobierno de los jueces

Gabriel Pérez, ciego que lleva desde julio esperando que Justicia le diga si podría ser juez si aprueba las oposiciones. / ALVARO GARCIA
Gabriel Pérez Castellanos, licenciado en Derecho, lleva ocho meses y medio esperando saber si le dejarán ejercer de juez si aprueba las oposiciones. Nadie tendría que preguntar esto, pero él sí, porque es ciego. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que ha de pronunciarse sobre este asunto, aplazó ayer de nuevo la decisión. Retiraron este asunto del orden del día y, en su lugar, el vocal Manuel Fernández, que preside el Foro Justicia y Discapacidad, hará un informe que confía tener terminado en un mes. Queda así descartado un informe desfavorable que se emitió, pero no se votó, en julio. Se retira ese texto, pero el CGPJ no explica cómo se argumentó entonces aquella negativa.
Sacó un 7,9 de media en la carrera de Derecho y ahora hace un máster
Nunca ha habido un juez ciego en España y este vallisoletano de 23 años, antes de ponerse a hincar codos, quiere estar seguro de poder ejercer si aprueba las oposiciones. Lo que nadie le niega es poder presentarse a ellas, pero tanto esfuerzo —el tiempo medio para sacar estas oposiciones es de cinco años— podría no servirle de nada. “Hay normativa para regular estos casos excepcionales en Reino Unido, Alemania u Holanda”, razona. El joven entiende que la discriminación a veces es “razonable”. “Alguien con síndrome de Down no puede estar preparado para ser juez o un ciego hace 30 años, cuando no existían ordenadores”. Pero, ahora, en la era de la informática, él no encuentra problemas. Para casos puntuales, como el levantamiento de un cadáver, en los que se necesita ver, recuerda que existen los secretarios judiciales —“a los que se quiere potenciar en sus funciones”— y los ayudantes. En febrero de 2013, a pocos meses de terminar su licenciatura, habló con un profesor de su confianza sobre su futuro laboral y este le recomendó estudiar judicatura. “Estaba de exámenes y no me convenció mucho, pero luego pensé que era lo mejor”, recuerda. Así que acudió a la Audiencia Provincial de Valladolid en busca de un magistrado que ejerciese de preparador, como el que tienen todos los opositores. “El presidente de la Audiencia me llamó luego a mi móvil y me dijo que encantados me preparaban, pero que antes consultase al Consejo General del Poder Judicial si iba a poder ser juez”, recuerda.

Con Brasil en la mente

En 2009 un procurador brasileño, Ricardo Tadeu Fonseca, se convirtió en el primer juez invidente de su país. Perdió la vista en los años sesenta cuando estudiaba Derecho y consiguió terminar la carrera gracias a que sus compañeros grabaron las clases en casetes. Durante 20 años, batalló para convertirse en magistrado. Asegura que en 1991 aprobó las oposiciones con una de las mejores notas, pero que un examen médico posterior le apartó de la carrera judicial después de años de mucho esfuerzo.
Un tribunal, pese a las protestas de un grupo de abogados, determinó que no podía ejercer de magistrado porque no podía leer los procesos. Pero ese obstáculo está solventado, pues todos los documentos están ya digitalizados. De todos modos, Fonseca aprovecha la lectura pública de los procesos que tienen que hacer los funcionarios de los juzgados del Tribunal Regional de Trabajo de Curitiba y dicta sus decisiones. Juzga 400 procesos al mes. “El braille ayuda a la alfabetización de jóvenes ciegos, pero es limitado”, explicó en el canal Globo News recientemente.
Y allí empezó el peregrinar de este alumno que disfruta escuchando la radio y leyendo. En el CGPJ le pidieron que redactase una instancia con su caso, y, pese a que el informe fue desfavorable, no hubo un pronunciamiento. Le recomendaron, además, que se dirigiese al Ministerio de Justicia, porque las oposiciones a fiscal —su otra opción— dependen de esta institución. “Yo creo que lo hicieron para pasarse la pelota de unos a otros”, asegura el estudiante, que sacó una nota media de 7,9 en Derecho. La respuesta, le dijeron, se la darían el septiembre, pero pasó el verano sin noticias. Así que lanzó una petición en la plataforma de denuncias change.org y 28.000 personas le han dado su apoyo con su firma. “Yo sé que es un tema minoritario, pero lo que se necesita es voluntad política”, sostiene.
Pérez Castellanos, que es boy scout y juega al gol ball (futbito con una pelota con cascabeles), contactó con un letrado soriano invidente parcial que se ha presentado a las oposiciones cuatro veces sin aprobarlas. “A él no le dieron respuesta. Le dijeron que tenía que resolverlo el Gobierno”, relata el vallisoletano, que nació con vista. “Tuve un glaucoma de pequeñín, me operaron y salió bien, pero luego se fastidió el nervio óptico y dejé de ver”.
No tiene claro que con él se cumpla el artículo 14 de la Constitución. Este afirma que “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Y, desde luego, sabe que no se garantiza el artículo 103, en el que se dicta que la Administración “actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización...”.
De momento, estudia un máster del despacho Garrigues en Asesoría Fiscal y Laboral con una beca de Universia. Está muy contento con esta formación y no descarta dedicarse al derecho laboral, pero no deseaba decidir sobre su devenir sin saber si las puertas de la judicatura están abiertas para él

martes, 25 de marzo de 2014

EXP: LIGA GALLEGA POR EQUIPOS

La Escola Xadrez Pontevedra apura sus posibilidades para mantenerse en División de Honor

El pasado sábado 22 de marzo se disputó la 10ª jornada de la Liga Gallega por equipos donde la Escola Xadrez Pontevedra empezó con 8 equipos de los cuales solo 3 equipos quedan compitiendo siendo los de las categorías superiores ya que los 5 restantes acabaron ya su temporada.

2 victorias y 1 derrota son los resultados obtenido por los equipos en esta jornada donde la peor noticia es que el EXP Ernesto Filgueira con su derrota pierde matemáticamente la categoría y tendrá que jugar el año que viene en 3ª división donde tratará de volver a 2ª con ánimos renovados.


En División de Honor, el EXP Ramón Escudeiro Tilve visitaba la ciudad de Coruña para enfrentarse al Alexandre Boveda, un equipo veterano de la categoría y que siempre lucha por los primeros puestos de la clasificación. Un encuentro vital para la EXP donde no le quedaba otra opción que ganar para llegar con opciones a la última jornada por la lucha de la salvación. Y aunque el equipo al que nos enfrentábamos era muy fuerte el espíritu de lucha de la EXP salió a relucir y se consiguió una victoria muy merecida donde deja con opciones al equipo para la última jornada aunque el resultado de nuestro rival por la salvación no fue el esperado ya que también ganó y nos aumenta la ventaja en un punto y ya son 3 puntos la diferencia para poder permanecer en División de Honor. Y aunque este difícil no es imposible y el EXP Ramón Escudeiro recibirá a semana que viene en la ultima jornada al líder de la División donde tendrá que ganar por la mayor diferencia posible y esperar un que el Circulo de Lugo no haga los puntos suficientes para superarlos en la permanencia.. Los jugadores que disputaron el encuentro fueron Daniel Rivera, Alberto Portela, Alexander Belsley, David Fernández, Miguel Rodríguez y Manuel Lorenzo, con victorias para Miguel y David, tablas de Daniel, Alberto y Alexander y derrota de Manuel que puso un resultado final de 3,5 a 2,5 siendo a 3ª victoria de la temporada.


En segunda división, el EXP Ernesto Filgueira recibía como local al Jorge Cuña de Pontevedra en una final para el equipo ya que tenía que ganar por 4-0 y esperar que sus rivales no sumaran muchos puntos para poder recortar diferencias con la permanencia. Pero el resultado final de derrota por 1,5 a 2,5 les dejaba sin opciones para poder permanecer en la categoría y después de ver los resultados de sus rivales se confirmo la sospecha de que el equipo quedaba matemáticamente descendidos a 3ª división donde tendrán que jugar el año que viene y tratar de volver a ascender a 2ª donde podrán volver dentro de dos años con ánimos renovados. La semana que viene terminan la competición frente al equipo Manuel Morales de Bueu donde intentarán despedir de la competición con una victoria para acabar con buen sabor de boca. Los jugadores que disputaron el encuentro fueron Adrián Sousa, Marcelino Costas, Roberto Fernández y Emil Fasting con victoria para Emil y tablas de Marcelino con derrotas de Roberto y Adrián.


El EXP Alexei Shirov recibía como local al equipo Manuel Morales, un equipo de la parte baja de la tabla donde el equipo de Pontevedra necesitaba una victoria por 4.0 para intentar seguir en la lucha por el ascenso antes de la última jornada aunque la diferencia de 3 puntos era un colchón muy grande para recuperar. El resultado final fue una victoria por 3 a 1 que les hace quedarse a 3 puntos del ascenso ya que su rival hizo el mismo resultado que ellos y les mantienen la ventaja de cara a la última jornada donde visitará la Illa de Arousa para enfrentarse al Xadrez Dorna en la ultima jornada donde intentará recuperar esos 3 puntos y aunque sea difícil no es imposible y el equipo tendrá que ganar por 4-0 y esperar que el líder de la categoría falle y así poder conseguir el ascenso a 1ª división. Los jugadores que jugaron en esta ocasión fueron David García, Álvaro Maquieira, Pablo Vidal y Pablo Ferreiro con victorias para los 2 Pablos y tablas para Álvaro y David.

La semana que viene se disputará la 11ª jornada y última de la temporada donde los equipos tratarán de acabar lo mejor posible y cumplir sus objetivos finales.

Para ver más fotos lo podéis hacer en nuestro Álbum de Picassa

logo_escola Escola Xadrez Pontevedra
Plaza Curros Enríquez S/N (Casino Mercantil)
36.001 - Pontevedra

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lunes, 24 de marzo de 2014

LA CAPACIDAD DEL DISCAPACITADO





EN BUSCA DE LA FELICIDAD

1.      La felicidad de una persona, pasa por la aceptación de uno mismo, y no estar continuamente, comparándose con los demás. No hay dos personas iguales.
2.      Es muy importante que nos conozcamos a nosotros mismos. Y seamos realistas con nuestra vida.
3.      No existe la persona perfecta, todos podemos hacer cosas y todos somos víctimas de cosas que no podremos hacer. Céntrate en potenciar tus virtudes y deja aquello que no puedes hacer en el desván del olvido.
4.      En cualquier momento podemos ser víctima de una discapacidad a lo largo de la vida.
5.      Discapacitado es aquel que carece de alguna cualidad que le impide ser un ser humano con felicidad plena.
6.      Son discapacitados, una persona con miedos, alguien con una dependencia, “Una persona que no consigue el amor deseado, pasa a ser una persona discapacitada en amor”
7.      En estos momentos países de todo el mundo tienen una gran tasa de discapacidad laboral y económica. Cada familia en desempleo es una discapacitada social. Y todos debemos ayudar a que se vuelvan a integrar.
8.      La capacidad de adaptarse a la vida que le ha tocado, es lo que diferencia a los supervivientes de los condenados a la extinción.
9.      Debemos dejar de ver las discapacidades como maldiciones o castigos divino. No estamos endemoniados.
10. Hay muchos campos en la vida en la que personas con capacidades muy diferentes, pueden competir entre sí.
11. En la integración es muy importante no jugar con el interés.
12. En nuestra meta por ser felices, no debemos despreciar la felicidad ajena. Es un pecado de muchas personas querer ser el centro de atención, por encontrarse con limitaciones no deseadas.
13. Hacer cosas y conseguir la felicidad, conlleva trabajo y esfuerzo diario, nunca tirar la toalla y ser honesto con los resultados que podemos esperar de nuestro trabajo. “En la lucha por la integración no hay dietas milagro” Los beneficios exigidos, nos van a pedir un trabajo integral y proporcional.
14. La historia está llena de personas ilustres. Que a pesar de tener una discapacidad, hicieron cosas que influyeron en toda la humanidad.

domingo, 23 de marzo de 2014

Articulo sacado del periódico EL PAÍS.

Capacitados para el sexo

Voluntarios eróticos apoyan a discapacitados que reclaman que no los traten como asexuados

Completan a otras alternativas, como asociaciones que forman a prostitutas para asistencias

Francesc Granja, presidente de la Asociación de Atención Sexual a Discapacitados Tandem Team, la pasada semana en su casa de Barcelona. / MASSIMILIANO MINOCRI
Francesc Granja recibe en la cama pulsando un mando que abre la puerta de su casa. Vive en un luminoso piso de la Villa Olímpica de Barcelona adaptado a la tetraplejia que le causó un accidente de cochehace 20 años, cuando regresaba de una reunión. Suele desplazarse ensilla de ruedas, pero hoy unas llagas lo retienen. A su lado están María Clemente, psicóloga especializada en neurorehabilitación, y Eva, asistente sexual, dos patas fundamentales de Tandem Team, la asociación sin ánimo de lucro que preside Granja, dedicada a la asistencia sexual de discapacitados mediante voluntarios.
Los tres siguen un debate que se ha generado espontáneamente en torno a otros dos visitantes en la habitación de Francesc. ¿Hay que tener cuidado con no enamorarse? Conversan Felipe y Lau (ambos,nombres ficticios). Felipe sufre una paraplejia de tercera y cuarta vértebra. Lau es la asistente que conoció por medio de Tandem, y defiende con pasión que los encuentros deben ser sinceros, nunca una ficción sentimental:
—Tengo pareja, pero en el rato que estoy con un usuario se convierte en el hombre de mi vida.
—Es que no hay que ir con miedo —asiente Felipe— Puedes enamorarte porque estás muy necesitado, pero también de la panadera o de cualquiera que te trate bien. Aquí sabemos los dos en qué andamos.
—Pero hay que entregarse, porque es una cuestión de amor, que para mí es lo fundamental.
—En todo caso —media María— si detectamos a personas dependientes psicológicamente les aconsejamos no recurrir a un asistente porque pueden salir heridos.
En el 50% de los casos no hay coito. Muchos quieren ver un cuerpo desnudo o acariciarlo”, explica una psicóloga
Lau, de 38 años, estudió enfermería y veterinaria. Imparte talleres de tantra y, cuando una amiga le habló de Francesc y su proyecto, exclamó: “Eso es para mí”. Su perfil encajaba con el del asistente que busca la asociación: experiencia sociosanitaria, sin motivaciones económicas, una concepción de la sexualidad no solo genital… La entrevistaron sobre los límites que se fijaba respecto a prácticas sexuales y familias de discapacidades —algunos asistentes los establecen en las amputaciones, determinadas complicaciones higiénicas o rasgos físicos impactantes, como los de la acondroplasia (enanismo)— y respondió que ninguno, que dependería del momento y la persona, “como en cualquier relación”.
Unos días después, Felipe y Lau se vieron para tomar un café. Se cayeron bien y se citaron para un encuentro más íntimo. Felipe, de 42 años, había tenido desde que está en silla de ruedas una relación, pero no funcionó, y otra vez se acostó con una prostituta: “La chica iba con contador, y eso para alguien con mis problemas no funciona”. Su experiencia con Lau le ha revivido: “Recuerdas sentimientos que creías muertos”.
Él es uno de los 45 usuarios de la asociación, constituida en octubre de 2013. Igual que tienen más demanda masculina, también se ofrecen más voluntarios varones, aunque, tras descartar al 50%, los 15 con los que están trabajando guardan un equilibrio entre hombres y mujeres. Además, trabajan con diferentes tendencias sexuales. “Precisamente con el primer usuario nos llevamos una sorpresa”, sonríe Francesc.
Tandem no cobra por poner en contacto a asistentes y usuarios, y recomienda que, en caso de que medie una compensación entre ellos, no rebase los 75 euros. “Suele ser de unos 50, porque hay que desplazarse a casa del usuario, aparcar, comer fuera…”, explica Eva. “Pero muchas veces no cobramos: no es la motivación”. La asociación se mantiene de momento con las aportaciones de Francesc (que es profesor de ESADE y recibe una pensión) y el trabajo voluntario de María. “Aspiramos a un mínimo de ingresos para mantener la estructura”, explican.
La iniciativa ha generado expectación en el colectivo. “A los discapacitados se nos ha considerado angelitos asexuados, pero no es así”, dice Francesc. Hace mucho que existen asistentes y prostitutas que trabajan el campo, pero a escondidas. Mientras, en Europa el debate se ha ido haciendo público. El país que más lejos ha llegado en reglamentación es Suiza, aunque con un modelo que muchos consideran intervencionista, con encuentros mensuales y asistentes certificados con un diploma universitario. Bélgica, donde opera la asociación que Tandem toma como modelo, se mueve en una alegalidad muy comprensiva. De una forma u otra, en Dinamarca, Suecia, Holanda y Alemania la asistencia se practica. Y en Francia, pese a que el año pasado un Comité Nacional de Ética aconsejara al Gobierno que no la legalizase, la controversia continúa, gracias en parte al éxito de la película Intocable.
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María Clemente (derecha), psicóloga especializada en neurorehabilitación, y Eva, asistente sexual de Tandem Team. /MASSIMILIANO MINOCRI
“Hay distintos modelos”, explican Esther Sánchez y María Honrubia, “pero lo fundamental es revelar que el problema existe”. Sánchez, enfermera y máster en sexología, y Honrubia, psicóloga, presiden la Asociación Nacional de Salud Sexual y Discapacidad (Anssyd), que el 14 de marzo organizó junto a otra asociación (Sex Asistent) el primer curso en España de acompañamiento y asistencia sexual. Costaba 100 euros y se dirigía a “interesados en formarse y ejercer una labor profesional en relación con la asistencia sexual”. Tuvo 15 inscritos, desde fisioterapeutas a profesionales del sexo. “La formación es muy práctica, aclarando en qué consiste un servicio: que se pueden encontrar con una persona que lleva un colector, con problemas mentales, cómo reaccionar ante una subida de tensión…”, cuenta Sánchez.
Por motivos de confidencialidad, Anssyd no accedió a que EL PAÍS asistiera a las clases. La asociación reconoce que el curso puede resultar controvertido. “Hay un vacío legal respecto al asistente y su cercanía a la prostitución. Pero en el 50% de los casos no hay coito. Muchos usuarios quieren ver un cuerpo desnudo o acariciarlo. Eso es una experiencia alucinante. Incluso hay discapacitados cognitivos que solo quieren afecto físico; y, por ley, eso no se lo puede dar un cuidador normal”, explica Honrubia.
El camino hasta estas jornadas ha sido duro. “Llevamos 25 años como docentes”, cuentan, “y solo ahora se nos empieza a reconocer”. Durante dos décadas las dos profesionales han soportado el recelo de colegas que no creían en el objeto de sus investigaciones. Pero en estos años se han fraguado la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006) o la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo de 2010 (la reducida popularmente a ley del aborto de Zapatero), que establecía la necesidad de formar a profesionales y dio pábulo a la proliferación de asociaciones por los derechos sexuales de los discapacitados. Todas esas iniciativas fueron barridas por la crisis.
“Existe un mito según el cual si hablas de la sexualidad, la despiertas”, cuenta Sánchez. “Pero el deseo está ahí, silenciado. No te imaginas cuánto sufrimiento hay escondido”. No exageran: personas que no han querido que se publiquen sus nombres narran historias duras: 20 años de un matrimonio sin sexo que se mantiene por los hijos, padres que masturban a enfermos mentales…
No parece que de momento se vayan a encontrar soluciones sencillas a estas barreras. Las primeras viven en los bordes de la ley. En un piso de Barcelona Lau se despide con besos y abrazos de Felipe.

sábado, 22 de marzo de 2014

Instinto Vital


I
nmaculada abre la puerta de su pequeño piso de dos alturas. Se trata de una vieja casa situada en el centro de la ciudad. Le costó abrir porque la cerradura se encuentra media oxidada y se requiere de un esfuerzo extra para  ser abierta o cerrada, según sea el caso; de todos modos, a base de tener que repetir esta acción constantemente, hace días que pensó en llamar aun cerrajero, pero todavía no ha cobrado el mes y anda justa de dinero –siempre termina por lograr su objetivo. Viene empapada por una lluvia tormentosa que la cogió por el camino a su salida del trabajo. No llevó paraguas pues cuando salió de casa a mediodía nada le hacía pensar en algo así; es cierto que el parte meteorológico del medio día, anunciaba una ciclo-génesis explosiva, pero también lo es que el periodista de turno, la anunció para media noche cuando habitualmente uno ya se encuentra en su casa, en realidad se adelantó a eso de las ocho, con lo cual pilló a toda la ciudad con las defensas bajas. Es una mujer joven pero con unas tablas en la vida que ya les gustaría a otras personas de su edad. No pudo ir a la universidad, la crisis, con un padre en paro y otro hermano todavía en edad escolar le obligaron a tener que buscarte es sustento muy pronto y ahora, con veinticuatro años y sin carecer de una formación en condiciones se busca la vida como puede. Vive sola y sin pareja, aunque en el pasado mantuvo relaciones lésbicas con algunas compañeras de instituto. Respecto, a los hombres, siempre le dieron algo de miedo, todos los que conoció a lo largo de su vida nunca lograron llegarle al corazón. ¿Sí se acostó con alguno?, pues sí, pero siempre se sintió más a gusto en compañía de mujeres, le parece que las relaciones entre ellas tienen una sensibilidad especial. De todos modos, en la actualidad no mantiene relaciones con nadie, ni si quiera para aliviar sus necesidades sexuales a través de citas esporádicas. No es una mujer a la moda, odia las redes sociales y si tiene móvil es más por insistencia paterna que por otra cosa.
Entra en la pequeña cocina, donde, apenas coge una mesa pegada a la pared y los muebles elementales para la elaboración de comida y el guardado de los utensilios para su elaboración. Normalmente come mirado a la pared azulejada en blanco, como si tratase de penetrarla con la mirada en busca de un futuro cargado de ilusión, pero lo único que recibe es opacidad e indeferencia. Deja su bolso de piel negro en una silla, lo tiene abierto, dejando ver lo que hay en su interior, una cartera color castaño, un pañuelo de llevar al cuello color estampado. Después va hacia la nevera de donde se agencia un cartón de zumo de piña, lo vacía sobre un vaso de cristal y lo bebe de un sorbo provocado por la ansiedad. Encima de una encimera destaca una caja de pastillas recetadas por su médico de cabecera para combatir la depresión, un mal que la viene acompañando desde que tuvo uso de razón. Estas capsulas que toma con han variado a lo largo de los años, en parte “piensa”, porque a medida que el cuerpo se acostumbra a determinada dosis, el efecto que hacen en el mismo es cada vez menor; de todos modos algo hacen, pues en las etapas de la vida, pocas por cierto, que trató de apechugar sin la ayuda farmacológica, su ánimo se desmoronó por completo. En el fondo siempre le gustó ser una mujer solitaria, amante del clasicismo y la vida sedentaria, ama la lectura y tiene una especial debilidad por la literatura Rusa, así como por los grandes clásicos de la literatura española; si ahora mismo fuésemos a su habitación, fría y solitaria como le celda de una monja de clausura, encontraríamos sobre su mesilla un ejemplar de El Buscón de Quevedo. De todos modos si lo hiciésemos en el pasado, durante un tiempo ya lejano, espiaríamos como dos cuerpos femeninos; desnudos como desiertos de arena, se daban placer en una oscuridad, solamente aliada por luces de neón. Eran otros tiempos. No eran parejas estables, sólo relaciones esporádicas por las que incluso llegó a pagar. Pero este último tipo de sexo nunca le hizo demasiada gracia, no es real, solamente  una profesional que finge sentir algo por ti. – Y es que en esta vida se finge demasiado y llega un punto en el que una es incapaz de distinguir entre fantasía y realidad.- De todos modos nunca se identificó como una lesbiana, en tal caso bisexual, pero siempre huyendo de la propaganda, celosa de su intimidad, jamás se inmiscuyó en manifestaciones por la libertad sexual, ni acudió a locales frecuentados por el colectivo Gay. Lo suyo siempre fue muy personal, en ocasiones incluso con amigas, que después de muchas salidas en pandilla, los fines de semanas iba a pasar la noche a casa de alguna amiga, se suponía que dormían separadas, en camas gemelas, pero en alguna que otra ocasión, de la confianza surgió el deseo y las ganas de experimentar con lo prohibido. O tiempo años más tarde, ya adulta, en los descansos de media mañana  durante conversaciones a modo de desconexión con las compañeras, en los que aliviaban el estrés laboral, momentos en los que se habla de cualquier tema banal, con aquellas amigas que tenía más confianza, se tiene confesado abiertamente. Y aunque en la mayor  parte de las ocasiones; el rechazo era la respuesta más habitual, en alguna que otra también tiene surgido la complicidad, muchas veces más por curiosidad que por convicción, de ahí que las relaciones durasen poco. Se ofrecían a salir alguna noche, la cual solía terminar algunas veces, compartiendo cama a altas horas de la madrugada, tras la suficiente dosis de alcohol, tabaco y romanticismo. Pero eso, como dije antes, eran otros tiempos.

Inmaculada sale de la cocina y sigue el pasillo hacia el baño, en medio tres escalones dividen el corredor en dos alturas. La casa se encuentra mal cuidada, debido a su falta de tiempo libre, el suelo desnudo de alfombras es de mármol negro, por las paredes cuelgan cuadros de pintores muertos de hambre, así como alguna figura decorativa adquirida a bajo precio en un bazar chino. Camina por el pasillo mientras nota como sus piernas le pesan más de lo debido, incluso tras un duro día como el que ha tenido. Siente dolor en el cuello y en la espalda y los brazos le pesan como losas de cemento. Necesita relajarse, un baño de espuma, unos minutos de relax. Desde la puerta del aseo, escucha el sonido aterrador de la tormenta. Cuando se acerca a la habitación para coger su camisón rosado y sus bragas limpias, salta el diferencial dejándola a oscuras:
     ¡Mierda!
Da media vuelta y se acerca a la puerta de la entrada, pues a su lado izquierdo se encuentra el cuadro eléctrico, lo tantea en la oscuridad buscando los interruptores bajos; ha sido el diferencial “Clic”, vuelve a tener luz. Pero es conciente de que se puede volver a marchar la luz, por lo que, en un estante de la cocina coge una vela a medio usar y un mechero para encenderla en caso e necesidad. Los truenos siguen y la lluvia suena como cuchillos que se clavan en el suelo. Cada gruesa gota es como un pene que entra a la fuerza, invadiendo todos los recodos de la ciudad. Pone la vela encima del lavabo, encendida por si las moscas. A continuación enciende un calefactor, pues la temperatura es baja y el frío le cala hasta las axilas. Luego se desnuda. Poco a poco, primero quita sus zapatos negros de tacón bajo, los pantalones vaqueros roídos por el uso, a la vez que muestra unas piernas gruesas, mal cuidadas y con pequeños signos celulíticos. Se deshace de su jersey de punto negro, dejando su torso desnudo, no lleva sujetador, nunca le gustaron, cada vez que se pone uno siente como si se estuviese censurando a sí misma, como si estuviese avergonzándose su cuerpo de alguna manera. No, prefiere notar como sus pezones acarician la lana, o las demás prendas que la tapen en un momento dado. Por último desliza  sus bragas hasta dejarlas amontonadas sobre el suelo, todo va a la lavadora, todo se encuentra empapado por el esfuerzo de toda la jornada. Entonces, un escalofrío recorre su columna desde el cuello hasta alcanzar las yemas de sus pies descalzos en contacto con el suelo. Siempre fue una mujer muy pudorosa, incluso desde niña, además de acomplejada, sí, porque nunca estuvo contenta con su cuerpo y tener que estar desnuda delante de extraños, aunque fuesen de su mismo sexo, es algo que no puede soportar. Es por eso en parte por lo que nunca acudió a gimnasios, piscinas públicas y demás. Por otro lado tampoco usa bikini, los bañadores suelen ser poco escotados y además procura ir a playas poco concurridas. Es una mujer rara, lo reconoce, pero no lo puede evitar.

Abre el grifo de la bañera dejando correr el agua hasta alcanzar la temperatura tibia que a ella le gusta. Pone el tapón negro sobre el desagüe, tiene la cadena rota, de manera que colocarlo y sacarlo es algo complicado, pero como en el caso de la cerradura, todo es cuestión de maña. El agua empieza a subir, transparente y humeante, la acaricia con un dedo, quema, gira un poco el grifo hacia el lado color azul que significa  frío, hasta dar con el punto exacto. Llena el agua de sales de colores y jabón, logrando que la superficie se llene de espuma, todo parece perfecto, es el momento de disfrutar de ese relajante baño que tanto está deseando. Se mete dentro, una pierna, la otra, luego apoyándose en ambas manos empieza a agacharse hasta que nota como sus nalgas topan con la superficie blanca y dura del fondo de la bañera. El agua caldea su sangre que de pronto parece sentirla circular con más vida, metia en el agua dejando solamente entre ver la cabeza y parte del pezón derecho que sobresale como una pequeña claraboya en el mar. Que bien se siente en estos momentos, con la mano izquierda alcanza la pastilla de jabón negra, así como la esponja amarilla que reposa sobre un pequeño estante metálico. Frota suavemente contra la esponja la pieza jabonosa, como si quisiese que se acariciasen de manera íntima, a continuación la pastilla bañada en espuma se desliza de su mano cayendo dentro del agua. Mete la mano derecha en busca del jabón, pero parece haberse perdido entre tanta espuma. De todos modos, por el camino ha rozado su sexo, casi sin querer, pero logrando que este se caliente, le gusta tocarse y acariciarse con suavidad; entonces cae en la cuenta de las ganas que tenía de darse placer, de alcanzar el éxtasis para a continuación, caer en un estado de relax y bien estar. Cierra los ojos y se pone a imaginar como sería tener a otra mujer en ese momento que le aumentase las dosis de placer, joven e inexperta, una aprendiza dispuesta a iniciarse en el arte de amar lésbico. Un trueno aterrador la vuelve a la realidad, pero al abrir los ojos se percata de que se ha vuelto a ir la luz, una vez más ha saltado el general. La vela también está apagada y sin una ventana por la que penetre la luz, la oscuridad es la única dueña de su destino.


Encerrada en la oscuridad, sumergida en una bañera llena de  espuma Inmaculada tiene que salir de la bañera, sus ojos tratan de adaptarse a su nueva situación, con unas pupilas que tratan de encontrar rastro de luz donde solamente hay tiniebla. Lo mejor que se le ocurre, agarrarse al borde de la bañera y al grifo de la ducha para poder ponerse en pie. Poco a poco se va levantando al tiempo que nota como el frió del ambiente contrasta totalmente con la temperatura elevada del agua. Erguida tal como vino al mundo, eleva la primera pierna para salir, cuando su pie izquierdo encuentra por sorpresa la pastilla de jabón, que acaba de pisar, haciéndola resbalar y cayendo de lado. El golpe es fuerte, ha impactado con la cadera izquierda contra el borde de la bañera y la parte media de la espalda ha dado contra el grifo de la misma. Ambas partes de su cuerpo le duelen horrores, la cadera no es  capaz de moverla y sus ojos se empiezan a llenar de lágrimas surgidas por el dolor.  Su mente se bloquea con el sufrimiento, es incapaz  de pensar con lucidez; trata elevarse apoyándose en los bracos, pero el dolor es tan grande que termina desfalleciendo.

Han pasado unos veinte minutos cuando la mujer vuelve en sí, nada ha cambiado, si descontamos  que cada vez siente más frío, el agua también ha enfriado, intenta incorporar la espalda, apoyándola en la parte da atrás  de la bañera, luego lanza el tronco hacia delante, intentando alcanzar el tapón. Le cuesta dos intentos y mucho sufrimiento, pero termina por alcanzar la cadenita metálica y tirar de ella, por lo que ahora sólo tiene que esperar a que el agua desagüe poco a poco.
Con la bañera vacía, le resulta más sencillo palpar toda la superficie, para dar con la pastilla de jabón, que en estos momentos se encuentra a su espalada, acariciando su nalga derecha, echa la mano hacia atrás para cogerla. Luego la coloca en su sitio, todo a oscuras, haciendo uso de la intuición y la memoria. Lo consigue. Ahora toca lo más complicado, salir del cubículo en el que se encuentra atrapada,  vuelve a intentar elevarse apoyando los brazos en los bordes de la bañera, pero no tiene fuerza suficiente para soportar sobre los mismos, su propio peso. La desesperación, el dolor   y el frío consiguen terminar con sus últimas defensas emocionales, al tiempo que empieza a gemir a lágrima viva.
      ¡Ayuda…!  —
         Vaya idea más absurda, vive sola, pero si los vecinos la escuchasen, si alguien pudiese escuchar sus gritos… Pero no le va a caer esa breva. No, no podrá contar con ayuda externa para poder solventar su situación, si no quiere sucumbir antes de que alguien la añore, quizá mañana en el trabajo, va a tener que valerse por sí sola. En esos momentos, no sabe como, quizá porque las circunstancias vienen a ello, recuerda una noticia que leyó hace días en el periódico: “Un hombre se 70 años, viudo y que vivía sólo, había parecido muerto. “  Las autoridades lo encontraron cuando llevaba una semana muerto, debido al mal olor que desprendía su vivienda y a que algunos vecinos, que solía hablar con él a menudo se mostraban preocupados. A pesar de su fama de hombre solitario, no era normal que estuviese desaparecido sin dar señales de vida durante tanto tiempo. Por ello un vecino había optado por llamar a la policía. ¿Le pasará a ella algo similar?” — No piensa permitirlo, debe sobrevivir. De manera que como si se tratase del mayor acto de fe que tenga que hacer en su vida, decide apoyar su estómago en el borde de la  bañera, colocar las manos apoyadas en el suelo, donde permanece tirada la ropa. Por un momento su culo permanece en pompa, hasta que poco a  poco se desliza al suelo, dejándose caer. Al tocar su cadera dañada contra el suelo, lanza un grito de dolor que debería haberse oído en Los Campos Elíseos. Pero a su alrededor todo permanece en silencio. No puede más, el esfuerzo que ha realizado ha sido enorme y una vez más deja derramar sus lágrimas como gotas de lluvia, deja escapar sus gritos de angustia, como tormentas en la oscuridad. Y por cierto, en ella sigue, no se ve prácticamente nada ¿Quién le habrá mandado cerrar la puerta, si total vive sola?, la inercia supone, no, la sensación de frío, sí ahora acuerda el calefactor, la humedad que traía consigo calándole hasta el más recóndito de los huesos. Trata de sujetarse al lavabo para intentar ponerse en pie, pero nada, es imposible, entonces opta por intentar ponerse a cuatro patas, tendrá que gatear usando solamente la pierna buena, pero no puede, entonces opta por arrastrarse por el suelo hasta llegar a la puerta, levanta la mano derecha para bajar el manubrio, vale, lo consigue; no sabe cómo pero la puerta está entreabierta. Otra vez desde el suelo  tira de la misma por la parte estrecha, que antes besaba el marco. La abre y trata de proseguir su recorrido hasta la entrada.  

No sabe por qué, pero en estos momentos le viene a la mente la imagen de un Jesús con la cruz a cuestas; en su casa no hay imágenes, y su fe siempre se mantuvo en un  ir y venir de dudas. Además su madre pertenece a los testigos de Jehová, según los cuales no se pueden representar imágenes de Dios, ángeles y demás.  De todos modos, a lo que si fue acostumbrada, más bien obligada fue a leer La Biblia. A ella siempre le impresionó de una manera especial, La pasión de Jesús, su camino al calvario con la cruz a cuestas, la flagelación previa y todos los demás tormentos que en nombre de Dios, sufrió para que todos los demás humanos fuesen perdonados por sus pecados. Ahora es ella la que sigue su propio calvario, mientras se va arrastrando por el suelo hasta la entrada, donde tiene el teléfono. Le duele, de una forma que no puede explicar con palabra, el recorrido hacia la entrada donde tiene el teléfono, que normalmente recorre en medio minuto, ahora se  hace interminable. La oscuridad es traicionera y por el camino hay una pequeña alfombra, la tiene a lo largo del pasillo, para poder caminar descalza sin que se le enfríen los pies. Pero ahora esa textura se ha convertido en una enemiga más; ello se debe a que al arrastrase se le va enrollando, se le forman pliegues que dificultan su avance. De repente se siente como si fuese por un río a contracorriente, quiere avanzar, pero no puede, se echa a un lado y trata de ir apartando la alfombra hacia el otro, poco a poco sigue su camino, hasta la entrada donde sobre un aparador, descansa un teléfono acompañado por un pequeño jarrón lleno de flores secas. Llega a la pared y tira del teléfono que cae sobre su vientre desnudo haciendo de un improvisado tapa-vergüenzas. Con el teléfono sobre ella y el dolor corriendo por todo su cuerpo, una anatomía atacada también por el frío y la desesperación, consigue marcar el 112.

— ¿Emergencias, dígame?

Al otro lado de la línea la voz joven de un hombre, responde desde una centralita, que sabe Dios donde se puede encontrar. Es posible que en una zona cercana en de la ciudad, o que le esté contestando incluso desde una provincia diferente.

— ¿Me escucha?— Inmaculada llora más por la emoción de haber logrado su objetivo que por las lesiones que pueda tener en su cuerpo entumecido. — Necesito ayuda. —

— ¿Qué clase de ayuda necesita?

 Una ambulancia, mi dirección es…

Pero a Inmaculada ya no le quedan fuerzas para más diálogo, suelta el teléfono y cae en un profundo letargo. Parece que al fin va a lograr la ayuda necesaria. Que su empeño en no rendirse ante la adversidad termina siempre, o casi siempre, por dar sus frutos. La odisea parece haber terminado, aunque es muy probable que la experiencia del día de hoy, no se borre de su memoria, por muchos años que dure su existencia. De pronto suena un trueno.
J. Sergio González Rodríguez.

20 de marzo de 2014. 

NO ME QUIERO CALLAR

UNA OBRA QUE NACIÓ CON DISCAPACIDAD, COMO YO. (Y por eso es especial) Por JOSÉ SERGIO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ Hace ya casi 16 años de la publicac...