FRONTERA
Hay quien dice
haber visto la puerta,
que figura al
final del oscuro paso,
como oteador
de la frontera definitiva.
La entrada al
paraíso,
es un portal gastado,
por el paso de
los tiempos,
que han cruzado todos aquellos
que dejaron de vagar por la vida.
Un pasajero
navegante de la bruma
que vuelve como un manso mensajero,
para relajar
nuestras temerosas almas.
Anuncia una
nueva,
que sabe a
buena,
como un sabio
profeta
desvelando la
palabra
que nos fuera
prometida.
Los ojos de
Dios,
tienen los
colores del arco iris,
miman unas pupilas doradas,
que reflejan
penas y virtudes,
de los delante postrados.
Es una imagen
que relaja,
como un sano
consuelo,
posando su
dulce mano,
sobre cada
alma afligida.
¡Gracias
benditas!
Nos saludan
con amor compasivo,
mientras nos
cuelgan las alas,
como señal de
amor bendito.
J. Sergio González.
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