Soy plenamente consciente de que el mundo entero estamos pasando uno de los momentos más complicados de nuestras vidas por culpa del Coronavirus, son muchos los que no han podido enterrar a sus familiares y muchos más los que no podemos mantener un contacto directo con las personas que queremos, con las que compartimos una gran parte de nuestro tiempo y a las que sin duda añoramos, por suerte, en el segundo de los casos vamos a ponerle remedio más pronto que tarde. Pero mientras ese instante tan añorado no se presenta en nuestras vidas vamos a tener que seguir contando con las nuevas tecnologías como nuestras mejores aliadas a la hora de comunicarnos con los demás. ¿Quién nos iba a decir que Internet, las redes sociales y demás plataformas que en multitud de ocasiones ha sido criticadas y mancilladas en algunos casos, mientras se las acusaba de absorbernos y aislarnos del mundo iban a ser un soplo de aire fresco en los tiempos que corren, logrando así que nuestro confinamiento sea un poco más llevadero.
Las videoconferencias no son nada nuevo, todos comenzamos a utilizarlas hace ya años, pero en estos momentos son la mejor forma con la que contamos a la hora de comunicarnos con las personas que se encuentran físicamente lejos de nosotros. Quizá por ello y porque estas aplicaciones se encuentran al alcance de muchos de nosotros (pena que no sean todos), los profesionales de la Asociación Amencer-Aspace decidieron crear la iniciativa de mantener conversaciones en grupo con los usuarios que estos días, al igual que el resto del planeta, debemos permanecer encerrados en nuestros hogares. Hoy 1 de mayo, gracias a esta iniciativa hemos podido reencontrarnos una mañana más y en este caso celebrar los cumpleaños de dos buenos amigos, Esteban y Jaime, pasando un tiempo realmente divertido y enriquecedor.
Pero la tecnología es una mera herramienta más. Lo importante son las almas que se encuentra detrás y las que portan los profesionales de nuestra Asociación, son de las mejores que uno se puede encontrar en esta realidad y eso es algo que no se cansan de recordárnoslo una y otra vez... lo hacen con cada sonrisa, con cada llamada, trabajando desde sus casas para que los usuarios podamos contar con todo lo necesario para llevar mejor nuestro día a día. (Poniéndonos tareas, llevando materiales a nuestros hogares o simplemente hablando con nosotros, escuchándonos incluso o simplemente estando ahí), al que para todos nosotros es de vital importancia.
Por ello, este 1 de Mayo quiero hacerles una carta de agradecimiento por tan encomiable labor, la que realizan por nosotros todos los días y muy especialmente en estas fechas tan complicadas para todos. Es en parte por ello, por lo que podemos decir que AMENCER-ASPACE, más que una asociación, es una familia. Y yo, doy Gracias a la Vida, por tener la oportunidad de formar parte de ella.
