Hoy he ido a visitar las fascinante exposición que el Museo de Pontevedra tiene sobre el Antiguo Egipto, un tema que me fascina. Hace ya varias semanas que se viene anunciando por toda la ciudad y a pesar de mi pasión por la historia, la pereza me ha ido hacer postergando día tras día el paseo hasta allí; al final esta mañana me dije a mi mismo -ahora o nunca- y me encaminé al museo.
Como evidencio a través de estas fotos en blanco y negro de autoría propia, la exposición es de lo más interesante; la primera de ellas representa a un mapa del Egipto faraónico. Pero debo admitir que la muestra no tiene desperdicio, con imágenes de diferentes dioses, faraones y demás. En cuanto entré por la puerta del edificio, me encontré con una vieja amiga que traía a su hijo de ver dicha exposición y pensé por un momento, que todavía quedan familias que se preocupan por el ocio cultural de sus hijos, que no todo tienen que ser consolas y pantallas digitales y que aun no es tarde para que las nuevas generaciones, se interesen un poco más por la cultura.
Luego me tocó a mí hacer la visita, la cual quiero aclarar que es gratuita, no vaya a ser que existan personas que todavía piensen que hay que pagar por todo en la vida. No es así. La sala donde nos encontramos la exposición es muy amplia, como también lo son las diferentes muestras de esta cultura que allí nos encontramos. Estatuas dedicadas a faraones o a los dioses de la época, supongo que seres tan irreales como a los que ahora todavía adoran muchas personas, pero que al igual que con nuestros contemporáneos, les sirvieron de consuelo en sus momentos más duros de la vida cotidiana, así como de sometimiento y control doctrinal por los gobiernos de la época, que como los de hoy en día, usarían y usaron a los dioses para imponer su ley y mantener el control sobre los pueblos, no vaya ser que las cosas de desmadrasen. Fue Egipto un pueblo de esclavitud, pero también de grandes avances en múltiples campos. Grandes amantes del buen vestir, de las joyas y demás parafernalias, con las que decoraban su cuerpo, sobre todo la mujeres, cosa que también ocurre en los tiempos actuales y en todas las épocas que nos han precedido hasta llegar hasta aquí. Además contaban con una cultura muy específica sobre la muerte, que incluso llegaban a enterrar a sus seres queridos y no tan queridos con armas, joyas demás chorradas para que se pudiesen valer y defender en el otro mundo.
En mi caso siempre tuve un especial interés por las momias y las pirámides, como envolvían a sus muertos, para que tuviesen la mejor conservación posible. En la foto podemos ver el primer plano de una momia simulada, puede que una de las pocas piezas, sino la única que no es auténtica, aunque debo reconocer que la recreación es muy buena. Por lo demás, en la sala se exhibían diferentes bustos, vasijas y demás objetos. estos sí reales, que nos pueden dar una idea, aunque sea muy vaga de como era la vida por aquel entonces.
En mi caso, al menos en esta ocasión, la visita no fue guiada, de manera que no puedo aportar demasiada información histórica sobre todo lo expuesto. Delante mía sí que iban un grupo de visitantes con más suerte, ya que una mujer le iba relatando a modo se catálogo la historia de cada una de las piezas. A ver si otro día yo tengo más suerte y puedo aprovechar mi visita de una manera más formativa. En cualquier caso, acercarse un poco a nuestro pasado, aunque sea de puntillas, siempre es una actividad muy interesante. La exposición tengo entendido que se prolonga, como mínimo, todo el mes de agosto. De manera, que si podéis, os animo a no desaprovechar la oportunidad de hacerle una visita.
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