Durante la noche del viernes 22 de octubre, tuve la gran oportunidad de volver a subirme al estrado para poder recitar unos cuantos poemas de autoría propia. Algo que sin duda alguna fue un golpe de ánimo en mi orgullo que por unos instantes me hicieron sentir como un verdadero poeta, algo que por cierto, nunca me consideré.
El lugar para mi pequeña intervención fue el Bar A Kaldo, situado en la Zona Monumental de mi amada ciudad, Pontevedra. Había concertado mi intervención con Tania la organizadora del evento y con la cual también tengo la suerte de compartir un grupo de teatro. "Gracias amiga por esta oportunidad". Y de paso un quiero mandar un abrazo al Aula de Teatro de Pontevedra, un grupo formado por gente maravillosa con la que espero poder hacer muchas cosas en el futuro. La verdad es que llevaba pensado desde hace tiempo que mi etapa poética había tocado su fin, pero toda esta gente me está haciendo ver que seguramente ande algo equivocado, sinceramente espero que sea así. El caso es que me preparaba para ir al recital, ya con los bártulos en la mochila, lo siento pero no recito de memoria, cuando Tania me dijo que el evento se iba a retrasar porque esa misma noche estaba programado otro recital y para no atropellarse entre sí y que la gente tuviese la oportunidad de disfrutar de ambos, el nuestro se iba a retrasar un poco. Nada que decir, la cuestión es que mi estómago tuviese la misma opinión que yo, porque al final tuvo que aguantar como un campeón hasta las doce de la noche para que le entrase algo solido y por cierto, me costó lo suyo encontrar un bar donde tomar un bocadillo. Horas más tarde, tras mucho rebuscar, terminé en el Bloom, como casi siempre; donde me pedí el habitual bocata de jamón asado y queso que tanto me gusta acompañado por sus respectiva Coca-Cola Zero... pero antes de todo esto... los recitales. Pero eso es otra historia.
Como acabo de anunciar, el primero de ellos tuvo lugar en el local O Diaño, lugar que yo jamás había pisado, pero que me pareció muy pronto, tan pequeño como acogedor. Nada más llegar, me encontré con poetas que conocía sentados mientras veían el espectáculo que ya había comenzado. Me pedí un zumo e hice lo propio. A algunos de los poetas los conocía de anteriores citas, como fue el caso se Olga Vidal, otros como Carmen Cunqueiro, Orisel Gaspar y Pedro Román eran totalmente desconocidos para mí, lo que me deja en pésimo lugar como conocedor de la cultura de mi ciudad. "Algo que debería darte vergüenza", pensaba mientras los veía actuar. Pero sin duda una vez más, todo es culpa mía, por apostar siempre por la comodidad, por los locales cercar de casa y la misma gente de siempre, en lugar de aventurarme a descubrir la gran cantidad de tesoros culturales que se albergan en mi amada ciudad. ¡Algo que debe cambiar... sin duda! Cuando se terminaron las actuaciones programadas y como suele ser habitual en este tipo de actos, se dio lugar al "Micro Abierto", donde todo poeta o artista que se precie tiene derecho a disfrutar de sus minutos de gloria. Reconozco que al principio la idea no me inspiraba demasiado, llevaba unos poemas muy escogidos para la ocasión y quería reservarlos para el recital para el que había sido invitado, pero tras hacerme derogar un poco... decidí probar suerte con un poema que aunque no tenía pensarlo leerlo esa noche, me suele funcionar bastante bien y que lleva por título "MI ROSA". Y que en realidad está dedicado a mi amiga Rosa Blanco, quien en su momento llegó a responderme con otro poema que lleva por título "Sin Palabras" . Parte que no suele ser leída, ayer tampoco y que estaría bien que el público conociese. El poema parece que encandiló a todos los presentes, lo cual me hace mucha ilusión, sobre todo por la enorme carga emocional que conlleva y me llevó a atreverme con alguno más.
Nada más finalizar, me dediqué a recoger mi petate con la idea de irme para el Bar A Kaldo, para donde llevaba reservado el plato fuerte de la noche; SOY EMOCIÓN DESNUDA.
Soy Emoción Desnuda es un poema por encargo del Studo Bonobo que trata de adentrarse en el complejo mundo de la discapacidad con la intención de mostrar al mundo un punto de vista más objetivo de la misma. E el mismo, una persona con una discapacidad está invitando a otra, desconocida, a que se atreva a dar el paso de conocerse y ver como sus vidas no son tan diferentes y que si dan el paso, si se atreven a interactuar entre sí, ambos serán recompensados con una experiencia tan compleja como emocionante. Y si cabe, inolvidable. Creo que este poema también gustó, por lo que creo que ya pude dar la noche por exitosa. Por lo que tras leer dos o tres poema más, uno de ellos dedicado a todos los emigrantes, pude dar por concluida mi intervención.
Reconozco que fui el primero en abandonar el barco...
A eso de las once y media de la noche emprendí la retirada. El estómago me llegaba a lo pies de manera que me despedí cortésmente hasta otra ocasión. Cuando ya me encontraba en la puerta, uno de los oyentes me dijo que le habían gustando mucho mis poema y que siguiese por ese camino. Trate de explicarle que mis ambiciones actualmente se halla en el mundo de la prosa, pero él insistió en que la poesía se me daba muy bien. Me fui pensado en ello durante todo el camino, mientras veía cerrados todos los locales en los que me apetecía comer algo y llegué a la conclusión de que es posible que tenga su parte de razón. La verdad es que llevo mucho tiempo tratando de triunfar en diferentes frentes; poesía, teatro, novela, cine... y es posible que debiera centrarme en alguno de ellos, olvidándome de todos los demás o al menos, colocándolos en unos listones muy bajos dentro de mis preferencias. Pero, la verdad es que me resulta difícil decantarme, todos me gustan, todos me aportan cosas y siento que en todos ellos tengo algo que decir, el caso es como hacerlo. Supongo que es algo que debo meditar muy bien, tengo que analizar los puntos fuertes y débiles de cada uno de ellos para comprobar donde se halla en realidad mi sitio. Donde quiero estar...
Lo que tengo bastante claro, es que en estos momentos la poesía parece ser uno de los campos donde puedo tener más oportunidades y es posible que deba agarrarme a ella con fuerza. Una noche de poesía es una noche llena de magia... una magia que me gusta, que hace florecer en mi interior todo lo que llevo dentro, pero también es una de las tareas más duras y que me exigen dar siempre lo mejor de mí mismo. Veremos que pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario