NO ME QUIERO CALLAR

UNA OBRA QUE NACIÓ CON DISCAPACIDAD, COMO YO.
(Y por eso es especial)

Por

JOSÉ SERGIO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ

Hace ya casi 16 años de la publicación de mi libro LA PRIMERA CASA A LAS AFUERAS, editado por la Diputación de Pontevedra en el año 2009. 

Una obra dedicada a las personas más desfavorecidas de la sociedad, mendigos, prostitutas, personas con discapacidad ( hoy personas con capacidades diferentes). El libro contó con grandes defectos (errores ortográficos y demás...), ello se debió a un fallo mío (al menos en parte). Cuando escribo una obra, suelo ir haciendo copias, con diferentes versiones y correcciones... pero cuando fui a guardar el contenido en el DC-RON, de aquella todavía se usaban, metí erróneamente uno de los archivos que no estaban corregidos. Personalmente, pensaba, acostumbrado a trabajar con la Editorial EL TALLER DEL POETA, que me harían un ejemplar y sobre él podría hacer mis correcciones. Ignorante de mí. Cuando me di cuenta ya tenía 500 ejemplares en la Asociación Amencer Aspace. Se trata de una anécdota que me pesa desde hace muchos años, pero a día de hoy, ya no puedo hacer nada para cambiarla, y la publicación de una versión corregida me parece, a día de hoy, algo imposible. Es una lástima...

UNA OBRA HERIDA

LA PRIMERA CASA A LAS AFUERAS: Fue mi primer libro de narrativa y eso hace que siempre sea algo especial, pero al salir con erratas, también con considero un libro discapacitado y por ello, considero que se trata de una obra que se parece mucho a mí. Publicar ahora este artículo, es además, un viaje a la nostalgia, a una época donde yo me sentía mucho más realizado y feliz que ahora. Una época pre-pandémica, un tiempo en el que tenía la oportunidad de publicar libros, hacer teatro e incluso cine aficionado. Añoro mucho aquellos tiempos... y en muchas ocasiones (actualmente), me despierto entre lágrimas, lamentando la idea de que el mundo haya dejado de contar conmigo como artista y escritor, sufro y siento envidia (casi siempre sana) hacia todos los artistas coetáneos y compañeros que siguen contando con oportunidades de las que yo carezco desde hace un tiempo a esta parte.

Veo como pasan los años: Y  con ellos, mis fuerzas van menguando poco a poco, como mis habilidades y capacidades se van debilitando con el paso de los atardeceres.

Al mismo tiempo, considero que todavía tengo mucho que aportar, hay muchas cosas que me gustaría decirle al mundo y me gustaría que me diesen la oportunidad de seguir haciéndolo.

NO ME QUIERO CALLAR

No deseo callarme.

Quiero seguir haciendo cosas y seguir aportando mi grano de arena, para hacer de este mundo un lugar mejor, mientras sacio mi ego por el camino.

Deseo seguir teniendo voz y para ello, necesito, publicar, filmar... y que mis obras se difundan.

El dinero no me importa, pero la expresión sí, tener voz (a mi manera), sí. 

Pero necesito ayuda...

y parece que en los últimos tiempos (y son largos periodos), las oportunidades no llegan por lugar alguno. Por ello, me lamento cada día, incapaz de mirar hacia atrás, hacia los que tienen o pueden menos que yo.

Y por eso me sigo lamentando. 

En la actualidad, cuento con varias obras que me gustaría que viesen la luz y me gustaría que me diesen la oportunidad de hacerlo.

Reconozco que no soy un gran literato, que nunca seré un gran cineasta ni artista (tampoco lo pretendo), solamente reclamo un pequeño hueco, para que con mis errores y aciertos, con mis virtudes y defectos, pueda seguir siendo yo mismo, sentirme libre y escuchado a partes iguales. 

Pero sobre todo...

                       

                        NO ME QUIERO CALLAR.