UNA
META CONQUISTADA
Desde
mi infancia más temprana, cuando todavía ignoraba lo que es una cámara o una
claqueta, siempre tuve un sueño: trabajar en el cine. Lógicamente siempre pensé
que se trataba de algo fantasioso, irrealizable, como la mayoría de los sueños.
No obstante, esa fantasía nunca me abandonó y cada vez que veía una película o
una serie de Tv, tras levantarme del sofá o la butaca, nunca podía evitar
imaginarme en el sitio del protagonista. Poco a poco, me fui interesando por el
cine más y más, no sólo por las historias que se contaban, sino también por el
proceso de realización de una película, desde la primera idea hasta su llegada
a las salas comerciales. Yo, como otra mucha gente me hice cinefilo, antes de
ser realmente consciente de ello. El cine, fue desde su entrada en mi vida, un
soplo de aire fresco, una huida de la realidad cotidiana, una manera de vivir
vidas ajenas y olvidarme de las limitaciones que la naturaleza me impuso. Me
encanta analizar las películas, verlas una y otra vez, seguir la carrera de los
artistas y, en el fondo, crearme mi opinión sobre lo que hacen y dejan de
hacer. No lo puedo evitar. Mi alma se alimenta de cine. Por ello, siempre tuve
esa extraña sensación de que mi destino era probarme en ese mundo. Llevaba años
queriendo hacer cine, algo que incluso precede a mi pasión por la literatura, o
por el ajedrez. Pero también he de reconocer que es el campo en el que más me
ha costado entrar. Además soy consciente de que una aventura como ésta, no se
puede hacer sólo. El cine es un trabajo multidisciplinar que requiere de un
equipo competente y dispuesto a colaborar. De manera que ha llegado el momento
de agradecer, primero a mis compañeros del Centro de Día Amencer-Pontevedra,
que colaboraron en el desarrollo de la idea, y después a todas las personas que
nos han ayudado a que esta aventura tuviese un final feliz, quiero empezar por
Xan Torres y Cris Lores, que aportaron material y experiencia, que realmente
fueron los que rodaron y montaron la película, dedicaron muchas horas de su
tiempo, su esfuerzo fue de vital importancia para que podamos presentar esta
película hoy aquí. A Susana Clemente, que me hizo el diseño de los carteles, y
a Juan Pablo Charlo, que de una manera desinteresada, nos elaboró una hermosa
banda sonora. Y como no, a Carlos Blanco que nos ha cedido una parte de su
tiempo para ayudarnos con la presentación. Y por supuesto a la Asociación
Amencer-ASPACE, así como a la Federación ASPACE-GALICIA sin los cuales no se
podría haber llevado a cabo este proyecto. A Paula Salgueiro que como
responsable de comunicación, hizo las funciones de producción y se encargó de
toda la gestión administrativa. Y ¿cómo no? a los usuarios del centro de día
Julio, Mayka, Rosa Meis, que participaron como actores, a todo el personal del Centro de Día, y a
todos los locales y personas que sin conocernos, nos ayudaron a hacer este
sueño realidad. A mi familia que me apoyó en todo momento.
No
deseo terminar sin agradecer a todas las personas que estáis aquí hoy para apoyarnos en esta complicada aventura,
en la cual siempre he creído.
¡Gracias a todos!
J.
Sergio González
martes, 09 de abril de 2013
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