Aquí os dejo el último poema de mi amiga Rosa Blanco, dedicada a su madre fallecida, con mucho cariño.
UN AÑO DE LÁGRIMAS
Mi alma se ahoga en trescientas sesenta y cinco lágrimas
Mi alma se ahoga en trescientas sesenta y cinco lágrimas
una, por cada día desde que te fuiste, una por cada caricia
que aún siento en mi piel morena , por tus besos de madre, por esos
mimitos que me reconfortaban, en los momentos más tristes,
que aún siento en mi piel morena , por tus besos de madre, por esos
mimitos que me reconfortaban, en los momentos más tristes,
y ese murmullo, de tu voz dulzona, aquella que tantos recuerdos
empapados en llanto se dibujan ahora mi mente,
como empujadas por la suave brisa de la mañana,
acurrucándose dentro de mi alma frágil
a modo de eterna y balsámica caricia.
Mi alma se ahoga en trescientas sesenta y cinco lágrimas
mientras intento perseguir tu ejemplo de mujer
tu Don de madre luchadora.
Cada vez que conquisto un logro,
no me siento orgullosa por mí,
sino nostalgia por la entrega que donaste a mi vida,
acaricio el orgullo de haber nacido de tu vientre
pues gracias a ese milagroso suceso
llegué hasta aquí y con mucho esfuerzo sigo batallando.
Sí. Soy hija de Ángelita, lo que hace que mi corazón,
se infle de sano orgullo, tanto, que temo,
llegue a explotar de sano gozo
Mi alma se ahoga en trescientos sesenta y cinco lágrimas,
gracias mamá por todo, por tu lucha,
por entregarnos tu vida entera,
por enseñarnos sin palabras,
el verdadero significado del amor.
Por hacernos sonreír recordando tus enfados,
empapados en llanto se dibujan ahora mi mente,
como empujadas por la suave brisa de la mañana,
acurrucándose dentro de mi alma frágil
a modo de eterna y balsámica caricia.
Mi alma se ahoga en trescientas sesenta y cinco lágrimas
mientras intento perseguir tu ejemplo de mujer
tu Don de madre luchadora.
Cada vez que conquisto un logro,
no me siento orgullosa por mí,
sino nostalgia por la entrega que donaste a mi vida,
acaricio el orgullo de haber nacido de tu vientre
pues gracias a ese milagroso suceso
llegué hasta aquí y con mucho esfuerzo sigo batallando.
Sí. Soy hija de Ángelita, lo que hace que mi corazón,
se infle de sano orgullo, tanto, que temo,
llegue a explotar de sano gozo
Mi alma se ahoga en trescientos sesenta y cinco lágrimas,
gracias mamá por todo, por tu lucha,
por entregarnos tu vida entera,
por enseñarnos sin palabras,
el verdadero significado del amor.
Por hacernos sonreír recordando tus enfados,
los momentos inolvidables que contigo hemos compartido,
gracias por ser tan valiente
y regalarnos hasta el último aliento de tu vida.
ROSA Mª BLANCO
gracias por ser tan valiente
y regalarnos hasta el último aliento de tu vida.
ROSA Mª BLANCO
No hay comentarios:
Publicar un comentario