Fósforos de Negrura
Temo al abismo de la oscuridad eterna,
que habita en el no tiempo.
Son incontables las garras del seceso,
que secuestran toda alma silenciada.
Muchos me han precedido en el paso,
alumbrado por fósforos de negrura,
donde la inconsciencia viste de largo,
cuando todo se vuelve polvo eterno.
Navego por el mundo de los vivos,
consciente de mi asegurado naufragio,
cuando alcance ese instante fatídico,
en el que, un no retorno vestido de luto,
me tarareé su canción de llanto sordo,
exigiendo ser seguido por mis pies
hasta ese precipicio sin fondo conocido,
por el que saltaré empujado de la vida.
Entonces ya nada tendrá lugar,
lo ocurrido será borrado para siempre,
el cantar de los gallos,
los amaneceres tímidos de primavera,
el bullicio de una vida en erupción,
esas noticias que nos pesaron sin motivo,
y ese amor…
que a mi corazón hizo
cautivo.
José Sergio González Rodríguez
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