Por
José Sergio González Rodríguez
Hoy
deseo hablaros de una de las experiencias más placenteras y
relajantes de las que he podido gozar en las últimas fechas: El placer de surcar
las aguas del Río Lérez en una zodiac gracias a la colaboración prestada por
los clubs “Minauta” y “Sen Amarra” que
alcanzaron un acuerdo con la Asociación
Amizade, entidad dedicada al mundo de la discapacidad, para hacer uso de
sus embarcaciones los días 4 y 5 de
octubre del presente año. Fue entonces cuando la Asociación Amizade
haciendo gala de su cortesía y solidaridad nos ofertó a los usuarios del Centro
de Día AMENCER-ASPACE de Campolongo, para que nosotros también tuviésemos la
oportunidad de disfrutar durante una mañana de estas embarcaciones.
La actividad se llevó a cabo desde el puerto de “A Moureira” donde el
Gremio de Mareantes de la ciudad de Pontevedra tiene localizada su sede. La actividad
que coincidió con una mañana que destacó por su cielo despejado y sus bajas
temperaturas, dio comienzo a las 11:00 de la mañana, tras haber llegado a la
zona por nuestro pie. “Reconozco que iba
ansioso, pues quien me conozca sabrá que tengo una gran pasión por el mundo
marino, aunque hasta el momento no he encontrado la forma de dedicarme de lleno
a este mundo, espero que todo llegue”. Subimos a las dos embarcaciones en
pequeños grupos a los que fuimos subiendo por turnos, el resto fue un agradable
paseo que nos sirvió tanto para conocer un poco más nuestro río, así como para
relajarnos por unos minutos mientras nos dejábamos llevar por las manos
experimentadas de los marineros.
“En la embarcación en la que navegaba incluso llegamos a parodiar en
un momento de felicidad de una de las escenas que Leonardo Di Caprio y Kate
Winslet protagonizaron en la popa del barco”.
Desde el Puente de los Tirantes hasta la zona de Poio, con la playa
de Lourido al fondo nos sirvieron de escenario para nuestro particular paseo
bajo el árido sol de octubre. ¿Qué más se le puede pedir a la vida?, solamente
terminar la mañana con unos cacarros en uno de los bares cercanos al puerto
antes de volver a nuestro Centro.
Debo reconocer que en el fondo de mi corazón, deseo que el mundo del
mar entre de lleno en mi vida y que todavía albergo el sueño de convertirme en
regatista algún día. Objetivo que tengo en mi retina desde hace tiempo, “como
una de esas grandes pasiones que me falta por conquistar en la vida”.
Hasta aquí otro artículo sobre las actividades lúdicas que llevamos a
cabo todos los viernes en el Centro de
Día de Pontevedra, perteneciente a la Asociación de Padres de Paralíticos
Cerebrales Amencer Aspace.
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