martes, 9 de abril de 2019

LA BICICLETA Y YO

Por

José Sergio González Rodríguez


La imagen puede contener: J Sergio González Rodríguez, sonriendo, bicicleta y exterior
Como todos los lunes, en la tarde ayer las bicicletas del programa solidario RODANDO volvieron a circular por las inmediaciones del Parque de Campolongo (Pontevedra) así como las inmediaciones que rodean el Río de Los Gafos a su paso por el centro de la ciudad. Durante dos largas horas estuvimos pedaleando como todos los lunes, desde las 16:30 horas hasta que el sol empezó a bajar la oreja y nuestras piernas empezaron a flaquear. Solamente una pequeña amenaza de lluvia a eso de las cinco y media intentó amedrentarnos un poco, aunque sin conseguirlo, por supuesto. Para lo único que sirvió el chaparrón de llovizna fue para que nos parásemos unos instantes a hacernos la tradicional foto de grupo mientras recuperábamos nuestros fueros. A continuación, lejos de recogernos como las gallinas, decidimos continuar con la actividad, entre otras cosas, porque quisimos sacar nuestro lado más optimista y pensar que aquel aguacero era algo muy puntual. por suerte, no nos equivocamos. Continuamos dando vueltas y comiendo rosquillas por la zona hasta la hora oficial de recogimiento, a eso de las siete de la tarde, donde cada cual debe volver con su vida y a mí me esperaban dos horas de ajedrez en el club al que pertenezco; Escola Xadrez de Pontevedra. Durante todo este tiempo estuve rodando por la zona hasta que mis rodillas empezaron a darme el alto y disfrutando de una actividad que me ha apasionado desde que tengo uso de razón.

Por otra parte y como viene siendo habitual en las últimas semanas también me volvió a tocar grabar un video donde nuevamente de forma festiva, vuelvo a publicitar mi participación en la PONTEVEDRADA; la caminata nocturna que se realizará el próximo sábado  27 de abril, con salida desde la Plaza de España (Pontevedra) y que tras caminar toda la noche a través de la ruta Xacobea e ignorando las condiciones metereológicas se dirigirá a la ciudad de Santiago de Compostela, a la que espera llegar a eso del mediodía de la jornada siguiente, en pleno día electoral. A mí también me hubiese encantado poder hacer esta ruta sobre mis piernas, como uno más, pero uno tiene que ser realista y las limitaciones motoras de mi Parálisis Cerebral, me impiden realizar dicha hazaña. Por lo que tendré que ser llevado en una Jolette empujado por varios voluntarios, que realmente van a ser los protagonistas y sin los cuales esta aventura sería imposible.



"Solamente me queda rogar a los dioses de la fantasía popular para que el buen tiempo sea nuestro aliado ese día y el camino se halle libre de toda penuria". 


La imagen puede contener: 2 personas, exterior
En la imagen se nos ve atravesar el túnel que
nos sirvió de cobijo para las inclemencias del tiempo.

LA BICICLETA


Amo la bicicleta desde muy chico, al principio como  todos los niños cuando empiezan, tenía que ir en una con ruedines a los lados, pero con el paso del tiempo, no sé precisar cuanto, yo también logré valerme solo sobre una bicicleta de dos ruedas sin apoyo. Era uno más, recorriendo las pistas de la zona pontevedresa de Marcón.

En este sentido no dejan de venir a mi memoria las continuadas advertencias de mi madre:



"Ten cuidado con  los coches, mira que en esas curvas de ahí arriba no se ven venir, o ellos no te ven a ti y si pita alguno, te echas a un lado y te paras". 

Esas eran básicamente sus palabras; aunque por aquel entonces el transito de vehículos al igual que el numero de viviendas era mucho menor que en la actualidad por lo que no había demasiado peligro. Hoy día sería imposible. Pero por aquel entonces, yo como cualquier niño o adolescente que se precie demandaba cada día más espacio, más libertad y mis paseos en Mountainbike o en la bicicleta de paseo llegaron a ser un verdadero clásico de la zona.


Ahora cada lunes de alguna manera vuelvo a revivir esos tiempos, como si me hallase en la sala oscura de un viejo cine recorriendo a través de fotogramas en 16mm. otra vez aquellos viejos tiempos.


Con el paso de los años y a medida que la barba empezó a poblar mi mostacho, mi contacto con la bicicleta se hizo cada vez más causal y llego el punto en el que el único sillín sobre el que me sentaba era en el de la bicicleta estática para calentar durante veinte minutos antes de pasar a la sala de máquinas con la intención de machacar mi musculatura.


Ahora, gracias al Programa solidario RODANDO, tengo la oportunidad de volver a montar sobre una bicicleta, aunque en esta ocasión se trata de un triciclo, entre otros motivos porque mi peso y sentido del equilibrio ya no es el mismo del que gozaba en los viejos tiempos. Pero, mientras el cuerpo aguante, yo tiro para adelante, y si no puedo rodar sobre dos gomas, que sea sobre tres, que mientas pueda pedalear el sol de la felicidad seguirá reinando en mis mejillas.


Durante las últimas fechas y como ya en ido anunciando en entradas anteriores, el grupo RODANDO, se encuentra  ultimando los preparativos para realizar una PONTEVEDRADA, que yo espero como agua de mayo. Una noche de aventura que voy a poder disfrutar gracias a los voluntarios de este programa lúdico-solidario y por lo que les esteré a todos ellos, eternamente agradecido.



"Mientras el cuerpo aguante, yo tiro para adelante"

La imagen puede contener: 2 personas, bicicleta y exterior
La imagen pertenece a la san silvestre 2018, que
tuve la oportunidad de completar gracias a las
bicicletas del Programa RODANDO, así como
a la voluntariedad de un buen tocayo.
No quiero dejar de vivir. Y vivir significa hacer cosas, atreverse a probar experiencias nuevas, por ello esta marcha hasta Santiago de Compostela, aunque sea sentado en Joëlette supone para mí una oportunidad en la que tengo puestas muchas expectativas. Mientras espero que solamente sea una de las muchas experiencias que espero vivir sobre ruedas y en compañía de RODANDO. Debo reconocer que a finales del verano pasado mi idea para el presente curso era otra completamente diferente. Se trataba de rodar una segunda película, pero al cruzarse la bicicleta en mi camino y cuando fui consciente que tenía oportunidad si entrenaba un poco con la bicicleta de hacer la san silvestre, o el Camino de Santiago, dos proyectos que llevaba años acariciando y que en el primer caso ya he logrado conquistar, no dude en poner el proyecto de la nueva película en stand by para dedicarle mis mayores esfuerzos a esta actividad. Puedo asegurar, que no me arrepiento en absoluto, que disfruto como si fuese otra vez un niño por el mero hecho de volver a montar en bicicleta y que espero de corazón que la vida me permita disfrutar durante mucho tiempo de este tipo de actividades, con personas tan estupendas como las que he tenido la estimable suerte de conocer y tratar en esta actividad y a las que espero tener por mucho tiempo en mi lista de amigos.


La imagen puede contener: J Sergio González Rodríguez, montando en bicicleta, sentada, bicicleta y exterior
Un lunes otoñal sobre ruedas.


Faltan apenas unos días para la Semana Santa Cristiana, pero Rodando no cierra por vacaciones y el próximo lunes espero tener la oportunidad de estar dándole a los pedales, por Campolongo o por cualquier otra zona de la ciudad, solamente le pido al astro sol que se ponga de nuestra parte ese día y que nos permita disfrutar de otra tarde RODANDO. Hasta que ese momento llegue solamente nos queda esperar mientras deshojamos la margarita, a que el lunes 15 de abril asome a la vuelta de la esquina.



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