A PARTIR DE MAÑANA.
Darse
cuenta de cómo el cuerpo te empieza a fallar, como los olvidos se hacen más
frecuentes, te cuesta horrores estudiar, escribir se comienza a convertir en un
reto, como el ajedrez se te hace cada día más cuesta arriba, es cuando uno empieza
a pensar que algo está fallando. En esos momentos en los que uno se olvida de
los títulos de las películas o series que está viendo, confunde el nombre de
los personajes de las novelas que está leyendo… ¿puede decir que está teniendo
un problema o son procesos normales del envejecimiento, sobre todo cuando hay
una discapacidad por el medio?, envejecer no es algo agradable y en cambio la mayoría
de nosotros deseamos llegar a ser centenarios, si eso fuese posible. ¿Merece la
pena hacerlo?, no lo sé, pero es uno de los anhelos del ser humano y es también
una de las preguntas que de alguna forma se hacen los protagonistas de mi primera
novela, la cual todavía no tiene título definitivo. Se trata de una novela que intenta
caminar entre el mundo ideal, ese que pertenece a los sueños y la cruda
realidad a la que cada cual tiene que hacer frente, le guste o no. A mí no me
gusta nada el deterioro al que me está sometiendo el paso del tiempo.
El
paso del tiempo es un ente que deja una huella imborrable en cada uno de
nosotros, nadie es indiferente a él y mientras lo pasamos nuestras biografías
se llenan de momentos que le dan sentido a nuestra existencia, peo el tiempo
desgasta, erosiona nuestros cuerpos, nos causan dolores que cada vez se vuelven
más habituales, más intensos, pero de tan continuos, llega un momento que los
consideramos ya una parte de nosotros mismos, hasta el punto, de que si en algún
momento te encuentras bien, uno piensa que algo raro le está sucediendo. Es también
en ese momento cuando uno/una comienza a preguntarse si la vida merece la pena en
cualquier situación, entonces te empiezan a surgir serias dudas.
También
te comienzas a preguntar si vas a poder seguir haciendo aquello que te
apasiona, si podrás seguir disfrutando de todo aquello que le da sentido a tu
vida. O si dado tus nuevas dificultades, también has de buscarte unas metas y
unas pasiones nuevas, que se adapten mejor a tu nueva realidad. Porque de eso
va realmente la vida: o te adaptas o te extingues.
Yo
empiezo a pensar en aquellas sabias palabras que escuche por primera vez en
boca de Facundo Cabral, en las que alababa la virtud de las personas sencillas,
de las cosas simples, como fuente de la felicidad más genuina. Yo quiero ser un
hombre simple, el problema es que, como él, nací complicado. Entonces decido
que ya va siendo hora de cambiar, de dar el paso, de dejar de planificar y
comenzar a vivir, porque solamente viviendo, uno alcanza sus sueños extraviados.
Entonces
uno recuerda el título de la canción de Alberto Cortez; “A partir de mañana” y
se da cuenta que ya es momento de abandonar los planes, la teoría y pasar a la
acción, vivir el momento, sin pedirle demasiadas explicaciones a la vida.
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