Pier Paolo Pasolini es uno de los más grandes artistas que ha dado el siglo XX. Como amante de su cine primero y de su poesía después quise rendirle un merecido homenaje. Por ello, aproveché la invitación que tuve para participar en un micro abierto en el local pontevedrés V de Jazz, para recitar algunos poemas suyos, junto con otros de autoría propia. Uno de los poemas de Pasolini que recité fue "Al Príncipe" una obra extraordinaria que me impactó en su primera lectura.
Al príncipe
Si regresa el sol, si cae la tarde,
si la noche tiene un sabor de noches futuras,
si una siesta de lluvia parece regresar
de tiempos demasiado amados y jamás poseídos del todo,
ya no encuentro felicidad ni en gozar ni en sufrir por ello:
ya no siento delante de mí toda la vida…
Para ser poetas, hay que tener mucho tiempo:
horas y horas de soledad son el único modo
para que se forme algo, que es fuerza, abandono,
vicio, libertad, para dar estilo al caos.
Yo, ahora, tengo poco tiempo: por culpa de la muerte
que se viene encima, en el ocaso de la juventud.
Pero por culpa también de este nuestro mundo humano
que quita el pan a los pobres, y a los poetas la paz.
Traducción de Delfina Muschietti.
Pasolni fue un genio y su legado a la humanidad es impagable. Por encima de su talento artístico había un hombre humano y sensible, amante del mundo y de la gente.
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