Mis botas (zapatos, zapatillas deportivas...) merecían un homenaje. Son los accesorios que más sufren mi discapacidad, siempre rozándose contra el suelo, sufriendo toda clase de rasguños, roturas y demás malos-tratos. Por ese motivo, tener la oportunidad de hacerles un cuadro a mis botas, ha sido una de las experiencias más importantes de mi vida y todo, gracias a Maxi que asesoró mi mano en todo momento.
Han sido tres tardes inolvidables, llenas de trabajo e ilusión y por las que me encuentro muy agradecido. Soy consciente de que no sé pintar, pero tampoco escribir, ni jugar al ajedrez... pero lo intento, busco superarme día a día y con ello me es suficiente.
¡Gracias Maxi otra vez, gracias Amencer-Aspace! por está nueva oportunidad que me habéis brindado, ha sido realmente increíble.
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