miércoles, 21 de diciembre de 2022

YO DECIDO


                 








Por

 Rosa Blanco Ramallo

 

 

    Tengo casi 51 años y una mochila demasiado cargada, de momentos buenos, muy buenos, malos y malísimos. En esa mochila llevo mi Parálisis Cerebral y sus consecuencias. También una larga lucha, pero no contra mi parálisis cerebral, porque ella es parte de mí, lo mismo que mis rizos. Mi lucha, mejor dicho la lucha constante que tememos todas las personas con parálisis cerebral tiene muchos frentes abiertos. Uno de los más importantes, es luchar por el derecho a decidir lo que queremos o lo que no.

 



Después de dos años de no poder celebrar el Congreso Nacional de la Parálisis Cerebral, a causa de la pandemia. Confederación ASPACE en colaboración con AVAPACE y la Federación ASPACE Valencia, organizó ese encuentro presencial tan esperado por muchos de nosotros/as, los días 7 y 8 de octubre en Valencia, en el edificio Veles e Vents en la Marina de Valencia (Puerto)

 

Con mucha ilusión el día 7 de octubre comenzó el acto de bienvenida del Congreso con una  recepción en el Palau de la Generalitat Valenciana ofrecida por el presidente de la misma, Ximo Puig,  y se pudo elegir entre realizar una visita guiada por "Valencia, capital Europea de Turismo Inteligente 2022” o conocer Caixa Forum Valencia.

 

Por causas ajenas al Congreso, nosotras no pudimos llegar hasta la tarde noche del viernes. Pero el sábado 8 lo disfrutamos a tope. Después de un agradable desayuno, participamos en una mesa redonda con compañeros de otras entidades ASPACE, en la que se habló de las decisiones del día a día que también son importantes y de cómo promover la vida independiente, reivindicar ayudas o recursos compatibles y sin caducidad. Para las personas con grandes necesidades de apoyo, es importante sentirnos seguros, porque a lo largo de nuestra vida ya se nos cierran muchas puertas, y con el paso de los años “como cualquier persona” estamos más cansados.


 

Todos tenemos la capacidad y sobre todo el derecho de decidir, no importa qué ni cómo, solo hay que sacar lastre, y romper reglas. Y para muestra dos botones, las ponencias de Elena Mª Pastor de APCA Alicante y Alejandro Martínez de ASPACE La Rioja. Elena una mujer con Parálisis Cerebral y grandes necesidades de apoyo ha luchado y sigue luchando por tomar las riendas de su vida desde temprana edad. Y palabras textuales, una de mis decisiones fue irme a vivir mi vida a la Residencia. Me gustaría destacar al igual que lo hizo Elena el gran ejemplo de su madre que formó parte de la ponencia, Joaquina García, que entre otras cosas nos contó como apoyaron a su hija respetando sus decisiones sin dejar de protegerla. Y Alejandro hombre con Parálisis Cerebral, nos contó que cuenta con un itinerario de empoderamiento paralelo a un proceso de vida independiente. Alejandro tomó la decisión de independizarse y enfrentarse a la responsabilidad de vivir en un piso tutelado. Dos grandes ejemplos de tomas de decisiones y valentía.

 

Por la tarde se organizaron tres talleres: Yoga adaptado, Construyendo mi independencia contigo y Vivo como yo decido. Este último propuesto por grupos de la Red de Ciudadanía de AVAPACE. Fue muy interesante.

 

Creo que este Congreso estuvo lleno de una emoción especial, por varios motivos:
 
    ·         Reencontrarnos después de casi tres años.
 
    ·         Dar continuidad a nuestra lucha.
 
    ·         Descubrir nuevos objetivos.
 
    ·    Ver como algunas de nuestras necesidades van cambiando con el paso de los años.

  • Mirar nuestro futuro desde otra perspectiva.
 

Este congreso para mí fue esa voz que te dice: oye despierta, tienes que decidir, tú puedes, tú decides, empiezas otra etapa y debes hacerlo lo mejor posible. Necesitaba volver al camino.

 

Aprovecho para agradecer como siempre a mi entidad Amencer Aspace por su confianza en mí, y por supuesto a mi inseparable Rosa D. por hacer posible esta gran experiencia de cada año.

  

Y finalmente, quiero felicitar a AVAPACE por su 50 aniversario y por el éxito de este congreso.

 

 PALABRA DE MEIS.

viernes, 16 de diciembre de 2022

MIRANDO FIJAMENTE AL HORIZONTE

 


 

CARTA A NUESTROS

 ABUELOS

 

14 de diciembre de 2022

Queridos vecinos y amigos;

Personalmente no soy alguien que crea en la Navidad; estas fechas festivas, me parecen, como tantas otras, un simple invento social para fomentar el consumismo y la hipocresía, mientras nos olvidamos por completo de la filosofía que nos enseñaba el hombre de quien celebramos justamente su nacimiento, aunque históricamente desconozcamos la fecha exacta de tal suceso. Jesús de de Nazaret. Quien, según dice se trato de un hombre que siempre salió en defensa de los débiles, los enfermos, los marginados, etc. Personalmente desconozco si todo ello es cierto, pero pensar que sí, me ayuda a intentar seguir dicho ejemplo, tratando de ir por el buen camino, pero soy humano y por lo tanto imperfecto, lo que me lleva a dar traspiés constantemente, caídas que no veo como un sufrimiento, sino como un aprendizaje necesario antes de proseguir el camino.

Como hombre de mediana edad me doy cuenta de las dificultades que tiene la vida, la cual no regala nada, pudiendo llegar a ser realmente cruel, pero en la que también existen personas empáticas, que se empeñan en hacer del día a día una experiencia más agradable, que nos acarician y consuelan en las calamidades y nos enseñan el lado bueno de la humanidad. Y entre esas personas, se encuentran nuestros mayores, gente con esa sabiduría que solamente dan las canas y de las que desgraciadamente damos la espalda demasiado a menudo, cuando realmente fueron nuestros mayores los que nos trajeron al mundo, nos formaron y nos hicieron válidos para gestionar y cuidar del entorno, como ellos mismos hicieron antes, para que nosotros sigamos predicando con el ejemplo y nos convirtamos en espejos de las generaciones venideras.

Personalmente, guardo un gran respeto hacia nuestros mayores, así como admiración por todo el camino que, a pesar de las dificultades, lograron recorrer hasta alcanzar el instante actual. Y no nos olvidemos, que no todos lo logran, son muchos los que se quedan por el camino, a los que la vida logra doblegar con más rapidez, por ello, todo mayor, que no viejo, es al fin y al cabo el mejor ejemplo de supervivencia que todo joven puede tener como modelo. Y creo que todo el mundo debería guardar un profundo respeto y devoción por nuestros predecesores.

Nada más lejos de la realidad.

Por desgracia, el ser humano no cuenta con la capacidad de valorar todos los bienes que le rodean hasta que se ve sin ellos. Y nuestros abuelos no son una excepción, pensamos siempre en el trabajo que nos dan, en como condicionan nuestra vida volviéndose un poco más niños en la medida en el que el tiempo sigue haciendo mella en sus cuerpos desgastados, cansados… pero también cargados de memoria, vivencias irrepetibles, únicas, que los vuelven ricamente genuinos. Pero el tiempo es un ente caprichoso, que nos regala sonrisas y lágrimas, dones y males, según su antojo, nos va robando la salud, los amigos, los familiares… todo aquello que realmente tiene valor, aunque no se vista de moneda, para luego arrebatarlo de golpe, dejándonos estupefactos, confusos y llenos de impotencia por la perdida, la cual solemos rebautizar en un mar de lágrimas.

Amigos…

Hoy sois vosotros los que estáis en una residencia, los que añoráis tiempos más integradores, vigorosos y llenos de proyectos.

 Amigos…

Hoy os toca relajaros, disfrutar de los pequeños detalles, de los instantes mágicos y la sabiduría que dan unas buenas canas.

 Pues ya sois doctorados de la vida y como tales, ejemplos a tener en consideración y respeto.

 Solamente me queda desearos;

¡Unas Muy Felices Fiestas!

Deseo que podáis disfrutar de más instantes felices, llenos de salud y buena compañía, porque ellos son los mayores bienes de esta vida.

 Termino con un deseo sincero y no es otro que de aquí a una año tengamos la oportunidad de intercambiar otro saludo.

Un abrazo;

José Sergio González Rodríguez.

AGOSTO MELANCÓLICO

  MIS SUEÑOS ADORNAN LAS CUNETAS   1 Agosto, me engalana de luto, con su mantilla de pesadumbre, roba mis ansias por el camino, rodeado por ...