MIRANDO
FIJAMENTE AL HORIZONTE
POR UNA
CONSTITUCIÓN LINGÜÍSTICAMENTE JUSTA.
POR
JOSÉ SERGIO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ
Artículo 49 de la Constitución:
“Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento,
rehabilitación e integración de los
disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos a los que prestarán la
atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el
disfrute de los derechos que este Título otorga a todos los ciudadanos”.
L |
a
Constitución Española, es la mayor garantía de Igualdad e Integración de todos
los Españoles. Al menos, eso es lo que nos enseñaron en el colegio, lo que nos
dicen todos los días en las noticias, etc. También es cierto que existen círculos
sociales que se muestran en desacuerdo con algunos de sus artículos. Las discrepancias
constitucionales son un tema tan viejo y complejo como la propia Constitución y
no es mi intención polemizar sobre el tema, entre otros motivos, porque
considero que no cuento con la formación para ello y además, personalmente,
tampoco se trata de un tema que me preocupe en demasía. No obstante, considero
que un Texto, que es de todos los españoles, debe ser tratado con respeto y
obedecido hasta que se cambia por una mayoría de los mismos. En cualquier caso,
debemos de reconocer que nuestro libro, tiene errores que deben ser corregidos,
algunos con más premura que otros… y este artículo se refiere a uno que me parece
especialmente sangrante, como es el que se refiere al vocablo “Disminuidos”.
Una
sociedad moderna, una sociedad que se vende como integradora, democrática y
justa, una sociedad del Siglo XXI, no debe consentir que su la obra por la que
se rigen las Leyes de un Estado, menosprecie a parte de su ciudadanía, con un
término tan denigrante, como es el de “Disminuido”. Y es que si buscamos esta
palabra en un diccionario al azar, veremos la siguiente en injusta definición; (Persona)
Que tiene una discapacidad o minusvalía. Pues bien; “queridos” políticos y
gobernantes: Deseo decirles, que como persona con Parálisis Cerebral, no me
considero un disminuido y me molesta enormemente que nuestra Constitución me
defina como tal, pues siendo así, es muy posible que sea yo el que no quiera
saber mucho de ella y decida pasarme el próximo 6 de Diciembre, por el forro. De
manera que, señorías, déjense de chorradas y pónganse de acuerdo, al menos, a
la hora de proteger la dignidad de todos sus ciudadanos. Y cambien, de una vez
por todas, la palabra disminuido, por un término moderno, democrático y no
vejatorio, como pueden ser: “Persona con Discapacidad” u “Ciudadano con
Capacidades Diferentes”, en caso contrario seguirán ustedes permitiendo que
nuestra Madre Constitucional, siga discriminando a una gran parte de su
sociedad, fomentando la falta de respeto y no integración plena de todos los
Españoles.
A
lo largo de los últimos años, diferentes colectivos sociales vienen dejándose
la piel para que las personas con discapacidad caminen hacia la plena
integración, que cuenten con una calidad de vida digna y en las mejores
condiciones posibles. Desde el punto de vista político también se han dado
grandes avances, incluyendo el derecho al voto. Políticos, entidades, usuarios
y familias de todos los rincones de España, trabajan duro por la plena
integración, por ello, creo que es su deber estar a la altura de su Pueblo
Soberano y adecuar nuestra Constitución a los valores modernos que marca la
sociedad.
El
camino hacia la integración social de todas las personas, es un bien necesario
que no ha hecho más que comenzar, se han dado pasos de gigante, sí, pero queda
mucho por rodar y si queremos que las generaciones futuras, vivan en una
sociedad más justa, no debemos desfallecer, no podemos tirar la toalla al poco
de echar a caminar, debemos seguir trabajando todos juntos, por la plena
integración y nuestros políticos, deben ser el ejemplo en el que nos veamos
reflejados los demás, de manera que toca espabilar, dejarse de discusiones
vacías y dar los pasos necesarios que nos conduzcan hacia la plena integración
de todos los Españoles.
Señorías;
esta carta no trata de criticar ideología alguna, no pretende menospreciar
ningún pensamiento ni libertad de conciencia, todo lo contrario, es un canto al
respeto mutuo, la cordialidad y la dignidad de todas las personas, pues vivimos
en un universo social, cargado de matices, que nos iguala en la diversidad, nos
enriquece y nos brinda la oportunidad de auto-realizarnos durante el tiempo que
permanecemos aquí. Pero es nuestra responsabilidad colectiva, crear las
herramientas y vínculos necesarios para que la plena inclusión dejen de ser una
utopía y pasen a ser la realidad tangible que todos necesitamos. En el 2023 hay
sitio para una gran diversidad, pero no, para la palabra DISMINUIDO. Por favor,
borrémosla, que el tiempo apremia.
2
de enero de 2023
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