Hay películas que no son bien acogidas por la crítica y no acabo de entender el motivo. Ayer vi la película española CUERDAS (2019), dirigida por José Luis Montesinos. y protagonizada por Paula del Río. La cinta no tiene nada que ver con el cortometraje español del mismo título, del año (2013) y dirigido por Pedro Solís García, sobre una persona con Parálisis Cerebral. (Una afectación que padezco y que afecta a todos los ámbitos de la persona).
Dicen loso expertos que la película de Montesinos no ofrece nada nuevo, es cierto, seguramente a una persona que no se vea en esa situación la trama le resulte un poco insulsa, predecible o incluso un déjá vu. Pero si consigues meterte en la piel de la protagonista, las cosa puede pintar muy distinta.
Una persona en silla, con las cuatro extremidades con una movilidad muy limitada y sujeta a una silla de ruedas. Sola en una casa, sin teléfono móvil (algo que no suele ser habitual en los tiempos que corren), su padre infarta, a su perro, lo ataca un murciélago y es contagiado por la rabia, (que la protagonista sea veterinaria es lo de menos). Y por si eso no fuese suficiente, la discapacidad se produjo tras un accidente de coche, que ella conducía y en el que murió su hermana. La verdad es que me parece demasiada tragedia en la vida de una persona tan tan joven y creo que tanta fatalidad continuada no es muy creíble. Pero en realidad todo eso no importa demasiado, porque lo que busca el director no es hacer una buena película sobre la discapacidad, sino contarnos una historia de terror, que demasiado miedo no da, en tal caso, lo que si nos ofrece es una clase magistral de pesimismo y fatalidad sin límites. Porque en mi opinión la cinta no cuenta ni con un simple hilo de esperanza, y eso sí que me molesta un poco.
En cualquier caso, por momentos nuestra protagonista deja salir toda la astucia y fuerza de voluntad de que es capaz de albergar dentro, para intentar, casi siempre insatisfactoriamente salir del infierno en vida en la que se encuentra inmersa. Hasta el final es desalentador...
De todos modos, la película sirve para matar el rato durante una tarde de lluvia, como las muchas que sufrimos en Galicia.
Y eso ya es algo.
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