Deseo
empezar esta sección con buen pie. Pues a través de ella quiero
hablar de algunas de las cosas que aportan más felicidad a mi vida y
es poder realizarme a través de mis actividades diarias.
Vamos
a empezar hablando del empleo, ese ente tan necesario en nuestras
vidas y que desde hace ya más de un lustro, escasea por todas
partes. Si conseguir un trabajo ha día de hoy es una utopía, no voy
a deliberar sobre los motivos del paro y la crisis, más fantasioso
es poder ejercer el trabajo que te apasiones, en alguno de esos
campos o especialidades que realmente te reconfortan por dentro.
Bueno,
pues hoy os voy empezar a narrar cuales son algunos de los puestos de
trabajo que más satisfarían mi ego. Supongo que en este tipo de
sección también puedo dar pie a la formación, a los estudios que
de poder llegar a realizarlos, darían mayor satisfacción a mi vida.
Y para terminar aquellas actividades culturales, deportivas o de ocio
que harían que mi alma brindase de plenitud.
Pero,
no nos liemos más y adentrémonos en ese mundo tan maravilloso,
aunque algunos no lo crean, que puede ser un puesto de trabajo,
cuando éste adapta a tus necesidades e inquietudes. Conseguir todo
eso de una tacada es lo que bautizo como "Trabajar en el
Paraíso" En mi caso, uno de esos lugares sería un video-club.
Antes de nada, decir que soy plenamente de que por desgracia, se
trata de un tipo de negocio en peligro de extinción, algo sobre lo
que se hablará con el tiempo en las clases de historia económica
del cine. Pero también creo que estamos ante un bien cultural que,
es posible que aún podamos salvar in extremis. Por ello, me gustaría
contar con la posibilidad de donar parte de mi tiempo a este trabajo,
sí, no habéis leído mal, dije donar, debido a que la remuneración
económica pasa a un segundo plano cuando eres un pensionista, en mi
caso por discapacidad, de todos modos, reconozco que mi satisfacción
personal, sería mayor si se tratarse de un puesto de trabajo con
todas las de La Ley. Pero tampoco deseo que el dinero sea motivo de
impedimento para hacer algo que realmente me llena, lo importante es
hacer una actividad con la que me sienta realizado, contento conmigo
mismo, que me aporte felicidad, a la vez que yo pongo mi granito de
arena para que la empresa tenga alguna mejoría, pues todo se puede
mejorar por muy bueno que sea y considero que con buena voluntad,
todos podemos aportar con nuestro grano mucho a todo el mundo, para
que las cosas vayan a mejor.
Reconozco
que en este caso, no estoy hablando de un sitio culesquiera, sino de
un sitio mágico, como no he visto otros, lleno de películas de
todas las épocas, países y autores, que puede calmar las
necesidades de cualquier apasionado al cine. Aunque esté haciendo
publicidad gratuita, voy a dar el nombre del lugar. MAXVIDEO, porque
considero que la persona responsable de este lugar, está haciendo
una labor por el mundo del cine, que no hay dios que la pague. La
conozco y soy consciente de que ama su trabajo, como ama el cine y
por ello, me sentiría honrrado de poder ayudarla, porque es una
mujer que remo contra viento y marea, lo sigue haciendo, para dender
aquello que tanto le apasiona. Por eso, me gustaría servir como peón
en su empresa, por que los dos amamos lo mismo, el cine y los dos
defendemos este mundo a capa y espada, aunque en estos momentos sea
desde esquinas diferentes del negocio. Poder atender a los clientes
en un lugar así, recomendar uno u otro título, hablar de cine con
ellos, o con los compañeros de trabajo, considero que es uno de los
temas más emocionates y apasionados de todos los que se pueden
tratar en este mundo.
Como
es de suponer, no voy a negarlo, esta carta o artículo, no es otra
cosa que una petición de trabajo. Permiso para que algún día,
quizá cuando las cosas mejoren, o cuando mis ideas como escritor o
cineasta aficionado, vayan menguando y terminen por sercase, pueda
ocupar un puesto en un lugar como éste. Mientras tanto, como
cliente, voy a intentar aportar con mi consumo legal, todo lo que
pueda para que un lugar como MAXVIDEO, nunca caiga en las horrendas
garras del desahucio cultural. Y de paso, invito a todos los
ciudadanos, que de cuando en vez, dejen sus descargas y se den un
paseo por este tipo de lugares. No lo lamentarán.