1
Ven, osa arrimar tu paso,
¡acaba de una vez…!
Amarrémonos a unas cañas,
mientras oteamos esta
alborada.
Seremos gladiadores de paz,
esperando que suene el
cuerno,
para recibir el sol en el
rostro,
desnudos de toda careta,
con sus espadas de libertad,
refugiadas sobre su
retaguardia.
Desataremos para toda la
eternidad,
las caballeras deplorables,
de los prejuicios
infundados.
¡Ven, acércate a mí!
Brindaremos al sol,
ebrios de una vida por
venir.
Pero deja fuera tus temores,
las verdades a medias,
no son imágenes de mi
devoción,
soy emoción desnuda,
mi carcajada es
transparente,
mis lágrimas se visten con
honestidad,
si las tuyas sulfuran
durante el ocaso,
te invito, a resguardarte,
bajo mi tórrido brazo,
mi piel es dura,
no se desmoronará
por falta de aliento,
hasta escuchar la campana,
que finiquite el último
asalto.
Correremos los saltos de la
vida,
ACDC, nuestro grito vital,
banda sonora de una
existencia,
de gallardía heavy,
que hace latir los ventrículos
con rábia de Rock and Roll.
Si te quedas a mi lado,
los males jugarán al
escondite,
a cada pena,
le pondremos una ilusión,
como ofrenda sincera,
y entre cafés
y copas de medianoche,
ahogaremos nuestras penas
desgarradas
en el callejón de las
tragedias humanas.
Con mi mano sobre la tuya,
los males serán esa mierda,
que juntos, evitaremos
pisar.
2
Soy una emoción desnuda
recorriendo la calzada de
los espectros,
protagonizo una vital
enmascarada,
mientras me alejo del muro
de los lamentos.
Soy dignidad a la fuga,
en este viejo cuento cruel,
escribo mi biografía a paso
de tortuga,
mi final, tiene sabor a
miel.
Camino descalzo por cenizas
calientes,
no temo a las ampollas ni a
las heridas,
pues soy el empuje
encabritado,
la fuerza que empuja el
viento,
soy una ilusión gobernada a
golpe de timón,
soy todo corazón.
Corazón de héroe,
y también de villano,
soy corazón herido,
que late en tu mano,
soy el arma, que veja la
adversidad,
también un libro,
con oraciones de felicidad,
soy dueño de la ira,
soy amo de la piedad,
ese reflejo en la mirada,
que le canta nanas al
desconsuelo,
entre sábanas de lino,
y noches brillantes de
vitalidad.
Surco tempestades cada
mañana,
pero cada noche peino canas
en tierra,
mi experiencia no cabe en
libro alguno,
en la taberna, soy el rey de
mesa,
en una cama, As de
corazones,
caballero de día,
truhan por las noches.
3
Soy emoción desnuda,
sin pelos en la lengua,
no busco tu lamento,
ni la cortesía del “pobre”
sólo abogo por tu respeto,
en mis virtudes y defectos,
pues no hay humano perfecto,
ni héroe que desconozca el
miedo,
solo soy como tú,
temeroso, ilusionado e
imperfecto.
De forma que siéntate a mi
lado,
el fuego calienta la
chimenea,
no me construyas un frío
gueto,
y para poner en alza toda mi
valía,
nos esperes al día que
me muera.
Soy apto, para trabajar tu
ilusión,
Compartir toda sonrisa
y también, toda
desazón.
Si no pronuncio palabras,
escucho atento las tuyas,
un cruce fino de miradas,
borrarán todas las dudas.
No me entiendes, te lo
repito,
a falta de pierna, buena es
la rueda,
todo apoyo es un arma que
une,
toda individualidad, soledad
desnuda,
los males se tratan,
la muerte de acepta,
pero la actitud en la
mirada,
es un instinto que se curra,
la vida no te regala nada,
una mente que no se cura,
es una vida que eternamente
supura.
Yo ya me acepté,
he aprendido a guerrear
conmigo,
mi careta, hace tiempo, cayó
al suelo,
ahora, soy animal sin careta
que reclama su parcela
vital,
y ser herramienta de un
ecosistema finito,
yo también quiero ser protagonista
decidir los puntos que
formen mi camino,
soy niño, soy adulto,
soy hombre, soy mujer,
soy la suma de las
ilusiones,
y de los logros,
que con mi vida, logro
tejer.
Ven y te lo demuestro,
si te quieres sorprender,
da el paso, cruza la puerta,
y me llegarás a conocer.
Soy emoción desnuda, y
dentro de mi cuerpo, habita un único y complejo ser…
José
Sergio González Rodríguez
8
de marzo de 2019
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