Me prometí a mi mismo que durante el mes de agosto no iba a publicar ningún articulo, pero la revisión anoche de un clásico como lo es SOLO ANTE EL PELIGRO, del director Fred Zinnemann me ha hecho cambiar de opinión. Un entrañable y en su momento polémico relato donde un hombre dispuesto a salvar la vida de su pueblo de una peligrosa banda que en su momento ya encerró y que vuelve en busca de venganza decide pedir ayuda a sus coetáneos para terminar con ellos. Con lo que no contaba es que ni el pueblo, ni su reciente esposa se hallan por la labor de apoyarlo en esta iniciativa, todo lo contrario, tratan de amedrentarlo e incluso acosarlo con la idea de que abandone el pueblo antes de la llegada de los bandidos. "Pero como buen héroe americano que es, esto no va a ser a sí", el sheriff "Gary Cooper" está dispuesto a impedir que esos asesinos vuelvan a hacer de las suyas... Un guión atípico y polémico en su tiempo que dio lugar a uno de los mayores clásicos del séptimo arte. Un western por el que no deja huella el paso del tiempo y del que se puede disfrutar hoy día con la misma frescura que hace más de medio siglo.
Cuando hacia la medianoche de ayer llegué a casa tras estar disfrutando de las fiestas de mi ciudad, tenía muy claro que mi destino no era todavía el lecho del sueño. Pero también me hallaba seguro de que no quería ver otra de esas películas vacías de valor que a modo de mantel nos ponen cada noche para que el aburrimiento nos mande para cama. No, sólo, en mi casa, acompañado solamente por los ruidos nocturnos de la calle, me pareció el momento ideal para volver a disfrutar del CINE, así, con MAYÚSCULAS con un viejo clásico que me hiciese olvidar los penosos espectáculos que nos regalan los políticos de hoy día, me pareció un momento ideal para viajar al pasado, a un tiempo de héroes y villanos, de hombres abandonados, líderes a su pesar, a un tiempo donde la violencia, los caballos y los malos malísimos eran los verdaderos amos del entretenimiento. Y es así como me sume a ochenta minutos de leyenda, redención y violencia, es así como yo también decidí ponerme Solo ante el Peligro (1952). Pues una cinta como esta puede ser el mejor modo de revivir la pasión que uno tiene por el Séptimo Arte. Un viaje al universo de los viejos vaqueros, a los maestros de maestros del Western, cuando los revólveres disparaban escenas inmortales que sirvieron de escuela a todos los cineastas que vinieron después, cintas de las que mamarón los actuales cineastas y de las que beberán aquellos que vengan en un futuro.
Por ello cabe decir que obras como Sólo ante el Peligro resultan ser el mejor enchufe a la hora de conectarse al Séptimo Arte por un sendero que nos lleva al mismísimo núcleo, donde radica lo mejor de este universo de celuloide. Y es por ello, por lo que cada día me acerco a esa idea cliché de que el cine que se hace en la actualidad no alcanza el nivel legendario de las cintas de antaño. Y que las viejas estrellas de Hollywood, al igual que muchas de las que vemos brillar en el cielo, siguen regalándonos su luz y calor, años después de que hallan desaparecido de nuestro universo. Yo no soy un crítico especializado pero a continuación os dejo una enlace donde se pueden encontrar críticas más específicas:
Yo solamente quiero terminar diciendo como ya se recalca en el primer enlace el hecho de que la película fue perseguida o criticada en su momento como antiamericana y roja durante la ya histórica Caza de Brujas que afectaba a los Estados Unidos por aquellos tiempos.
Noches como la de ayer me hacen revivir viejos tiempos cinéfilos, cuando le cine no se pensaba para el 3D o el streaming, tiempos en los que yo rebuscaba en el Cine-Club de mi ciudad para poder disfrutar de una noche de cine con mayúsculas, unos tiempos, que dudo mucho, se vuelvan a cruzar en mi camino. Una lástima...
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