domingo, 24 de enero de 2021

 El cuerpo humano, la cosa más natural y bella del mundo ¿de qué nos avergonzamos? Sí a la desnudez sana y natural.


sábado, 23 de enero de 2021

YA NOS HICIMOS LA PRUEBA


El pasado miércoles día 20 de enero nos visitaron los sanitarios al Centro de Día Amencer Aspace para realizaros las PCR, el resultado fue negativo (libre de virus), lo que ha sido una alegría. Se trata de una prueba necesaria por la que todos debemos pasar de cuando en vez para asegurarnos de que no tenemos el bicho en el cuerpo, no es cómoda, ¿pero cúal lo es? y es bastante rápida, pero sobre todo es un alivio que te notifiquen que no tienes el virus en el cuerpo y solo por ello, ya merece la pena pasarla. Me la hubiese hecho antes, pero no contaba con síntomas ni un volante  médico para realizarla, por ello desde aquí quiero dar las gracias a mi Asociación por brindarme la oportunidad. 

Ahora toca esperar por la vacuna, esa gran creación de la ciencia que puede ser el alivio de una era, pero mientras tanto (me imagino que después también), debemos seguir tomando precauciones, hacer todo lo posible para evitar las multitudes, porque salir de esta pandemia está en manos de todos. Por ello me parece muy importante una vez más recordar, que es necesario olvidar nuestras diferencias ideológicas, arrimar todos el hombro, como hermanos de especie que somos, aunque ello conlleve grandes sacrificios, para que toda esta pandemia termine cuanto antes y todos podamos volver a la normalidad. Me gustaría aprovechar estas líneas para pedir mayor financiación por parte de los Gobiernos de cara a la investigación y a la sanidad, pues no podemos permitir que otro catástrofe como ésta nos pille a todos desprevenidos. También quiero dar las la gracias a todos los sanitarios que se dejan la piel estos días en los hospitales, haciendo de tripas corazón y en muchos casos incluso perdiendo la vida contagiados mientras tratan de atender a los enfermos y a sus familia, a la las Fuerzas de Seguridad y a TODOS los que día a día se rompen en espinazo para que esta tormenta vírica amaine, para lo cual es imprescindible que cuenten con el apoyo, la firmeza y la determinación de toda la sociedad para realizar también todos los sacrificios necesarios para lograr ganar esta guerra. 

Eso sí, una normalidad que ya no será la misma, un tiempo que marcará un antes y un después, un cambio de era, donde el futuro no tendrá nada que ver con el tiempo que dejamos atrás, con nuevas rutinas y costumbres que modificarán por mucho tiempo nuestro estilo de vida. Pero solamente los que se adaptan al medio evitan la extinción, la naturaleza nos ha puesto a prueba y si no queremos sucimbir, nos queda otro remedio que aceptar las nuevas normal, aunque ello signifique sacrificar muchas de esas cosas que rigen nuestra existencia y de las que tenemos gran dependencia (la economía, el empleo, las diferencias políticas...) deben ser hoy temas de segunda página, porque lo que importa ahora mismo, es salvar vidas, sobrevivir, porque sin sociedad, sin personas, la economía y demás eventualidades dejan de tener sentido.

¡Ojalá!, como dice la canción de Silvio... pronto podamos tirar con las mascarillas, olvidarnos de las restricciones y volver a llevar una vida sin tanto miedo, pero mientras eso no ocurra, mientras las sociedad no sea inmune a este mal, como lo es ante otros muchos, me temo que no nos queda más remedio que seguir sacrificando todos, cada cual según le toque. ¿Qué si me da pena la hostelería?, pues claro, pero más pena me dan las millones de vidas humanas que se estar perdiendo, la gente que muere sola, sin poder contar con el aliento de los suyos, como soldados desarmados en el campo de batalla. Los ancianos, pero también los jóvenes, los cabeza de familia y todos los que saliendo con vida, cuenten con traumas físicos, mentales y también emocionales causados por esta terrible experiencia, que algún día, esperemos que más pronto que tarde, solamente sea un tema de los libros de historia, hasta entonces, sentido y prevención, son las mejores armas a nuestro alcance. 

 

Creo sinceramente, que el Coronavirus es un ataque natural y azaroso, no quiero pensar que hay un ataque humano detrás y por supuesto doy por sentando de que no estamos siendo atacados por la ira de Dios alguno. Pero una vez más, creo también, que todo este tiempo que estamos viviendo, todos estos acontecimientos que estamos sufriendo, cambios y como no, dolorosas pérdidas, deben servirnos para meditar, para reflexionar sobre cuales son las cosas importantes de la vida, la alegría, las experiencias que vivimos, la gente que conocemos, todo aquello que podemos llevarnos de este mundo, sonrisas, abrazos, lecturas, viajes... eso sí es importante. Y poder contarlo, una enorme satisfacción.

 

                             


viernes, 22 de enero de 2021

LOS 10 MANDAMIENTOS "Reales"

 

Recordando los Diez Mandamientos, "Originales" y "Verdaderos", que Dios entregó a Moisés. 

EJERCICIO REFLEXIVO

 

A PARTIR DE MAÑANA.

Darse cuenta de cómo el cuerpo te empieza a fallar, como los olvidos se hacen más frecuentes, te cuesta horrores estudiar, escribir se comienza a convertir en un reto, como el ajedrez se te hace cada día más cuesta arriba, es cuando uno empieza a pensar que algo está fallando. En esos momentos en los que uno se olvida de los títulos de las películas o series que está viendo, confunde el nombre de los personajes de las novelas que está leyendo… ¿puede decir que está teniendo un problema o son procesos normales del envejecimiento, sobre todo cuando hay una discapacidad por el medio?, envejecer no es algo agradable y en cambio la mayoría de nosotros deseamos llegar a ser centenarios, si eso fuese posible. ¿Merece la pena hacerlo?, no lo sé, pero es uno de los anhelos del ser humano y es también una de las preguntas que de alguna forma se hacen los protagonistas de mi primera novela, la cual todavía no tiene título definitivo. Se trata de una novela que intenta caminar entre el mundo ideal, ese que pertenece a los sueños y la cruda realidad a la que cada cual tiene que hacer frente, le guste o no. A mí no me gusta nada el deterioro al que me está sometiendo el paso del tiempo.

El paso del tiempo es un ente que deja una huella imborrable en cada uno de nosotros, nadie es indiferente a él y mientras lo pasamos nuestras biografías se llenan de momentos que le dan sentido a nuestra existencia, peo el tiempo desgasta, erosiona nuestros cuerpos, nos causan dolores que cada vez se vuelven más habituales, más intensos, pero de tan continuos, llega un momento que los consideramos ya una parte de nosotros mismos, hasta el punto, de que si en algún momento te encuentras bien, uno piensa que algo raro le está sucediendo. Es también en ese momento cuando uno/una comienza a preguntarse si la vida merece la pena en cualquier situación, entonces te empiezan a surgir serias dudas.

También te comienzas a preguntar si vas a poder seguir haciendo aquello que te apasiona, si podrás seguir disfrutando de todo aquello que le da sentido a tu vida. O si dado tus nuevas dificultades, también has de buscarte unas metas y unas pasiones nuevas, que se adapten mejor a tu nueva realidad. Porque de eso va realmente la vida: o te adaptas o te extingues.

Yo empiezo a pensar en aquellas sabias palabras que escuche por primera vez en boca de Facundo Cabral, en las que alababa la virtud de las personas sencillas, de las cosas simples, como fuente de la felicidad más genuina. Yo quiero ser un hombre simple, el problema es que, como él, nací complicado. Entonces decido que ya va siendo hora de cambiar, de dar el paso, de dejar de planificar y comenzar a vivir, porque solamente viviendo, uno alcanza sus sueños extraviados.

Entonces uno recuerda el título de la canción de Alberto Cortez; “A partir de mañana” y se da cuenta que ya es momento de abandonar los planes, la teoría y pasar a la acción, vivir el momento, sin pedirle demasiadas explicaciones a la vida.

lunes, 4 de enero de 2021

LA VIDA MERECE UNA SONRISA: Sobre todo en estos tiempos que corren

Aquí os dejo un nuevo poema, otra vez con el COVID-19 como tema de fondo, otro poema lleno de nostalgia con el que seguir llenando las páginas de este humilde blog.


SONRÍO

 
Abro la ventana, un nuevo día me hace sonreír,
tengo una nueva oportunidad, para comenzar a vivir,
estoy empeñado, en ser feliz.
 
Guardaré los dos metros de distancia,
y un antifaz sellará mis labios,
haré de la precaución mi norma,
pero no dejaré de sonreír.
 
Fueron muchos las horas de encierro,
el miedo acampando por mi piel,
un virus aterroriza al frío mundo,
pero la sensatez es mi aliada fiel.
 
Me río bajo la mascarilla,
sigo sus vidas por el frío Internet,
y mientras camino solo entre la bruna,
sueño con el día, que os vuelva a ver.
 
Camino solo, entre el miedo y la incertidumbre,
mientras sueño con el día que todos volvamos a convivir,
hago planes, por si algún día el horizonte,
nos vuelve a conquistar con su cálido sonreír.
 
No tengo miedo,
tampoco me rendiré, virus,
no arruinarás mi camino,
ante ti, no me arrodillaré.
 
Me reinvento cada jornada,
y mientras sueño con los mañanas,
busco nuevos alicientes,
que vistan estos convulsos días.
 
Noticieros cargados de respiradores,
y ataúdes decorando las exclusivas,
enfermos que parten sin un par de besos,
hacia la nada de los recuerdos.
 
El próximo puedo ser yo, pienso,
y el mañana puede no llegar para mí,
decido desnudarme de todo miedo,
y vivir a tope, hasta alcanzar mi fin.
 
Olvido rencores y resentimientos,
un baño caliente, me hace recobrar el aliento,
pongo por escrito mis pensamientos,
sobre una pompa de jabón.
 
Una sonrisa se me escapó
por el tablero de la vida,
tengo una ventana abierta,
por donde entra el aire de la vida.
 
Y sonrío…
 

José Sergio González Rodríguez.

AGOSTO MELANCÓLICO

  MIS SUEÑOS ADORNAN LAS CUNETAS   1 Agosto, me engalana de luto, con su mantilla de pesadumbre, roba mis ansias por el camino, rodeado por ...