La bicicleta, un objeto maravilloso que llena mi vida de instantes felices. ¡Gracias a los voluntarios del Programa RODANDO, por darnos cada lunes la oportunidad de disfrutar de semejante privilegio.
Después de tantas caminatas, ya tocaba el momento de volver a subirse
a la bicicleta, ayer lunes 17 de enero, por fin volví a disfrutar de una tarde
de paseo sobre ruedas. Una buena actividad para fortalecer las piernas,
disfrutar de una buena compañía y algún refrigerio de media tarde. ¿Qué más se
puede pedir, tocar la luna con los dedos, tal vez?, lo que tengo cada día más claro es que al bicicleta es uno de los objetos que más felicidad me han aportado en esta vida.
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