jueves, 16 de abril de 2020

RUTINAS POR CUARENTENA

Incorporando nuevas rutinas a mi vida.

Hay un popular dicho que reza "No hay mal que por bien no venga"  y creo que se trata de una oración a la que se le puede sacar mucho partido en los tiempos que corren donde la vida parece haber querido acorralarnos contra un callejón sin salida. Pero no tiene por qué ser así, pues nuestra capacidad de adaptación es muy grande y un poco de voluntad puede llegar a hacer verdaderos milagros sin tener que contar con  la ayuda de dios alguno.  Por supuesto, cada cual es amo y señor (a) de su propia vida y como se decida gastar nuestro limitado tiempo en este mundo, es cosa de cada cual. En mi caso, todo esto del Coronavirus me ha dejado claro que nadie es invencible, que la muerte tiene millones de formas y que la vida es un tesoro que no se debe infravalorar. Pero me ha enseñado más cosas y algunas de ellas son realmente importantes, una de ellas es el valor de las personas físicas, que hay más mundo lejos de lo virtual y que las pequeñas cosas, los pequeños momentos, son tesoros de incalculable valor a los que, por desgracia, menospreciamos demasiado a menudo como pueden ser; la familia, los amigos, la salud o la naturaleza que nos rodea, entre otros muchos.

Quienes me conocen bien, pueden decir con total certeza que siempre fui un hombre de rutinas, caprichoso, al que nunca le gustó que le cambiasen los planes. Nunca llevé bien, todo lo que tiene que ver con el efecto sorpresa, siempre visitaba los mismos bares, a las mismas horas, siempre leía los mismos periódicos y estaba con la misma gente y si un día me lo cambiaban por la circunstancia que fuere, no dudaba en poner a los santos en novena. Estas semanas en casa, me han abierto los ojos y mostrado una realidad completamente diferente a la que me he tenido que someter como el resto del mundo (menos Mariano Rajoy y alguna que otra excepción más, claro), pero con ello también me he dado cuenta, más vale tarde que nunca, que la vida es mucho más que consumismo y que se puede vivir de una forma distinta y ser si cabe, más feliz que antes.

Durante esta cuarentena por Coronavirus en la que todavía nos encontrando, aunque cada día que pasa la distancia para superarla se acorta considerablemente, tomé la decisión de que mi confinamiento no iba a ser un obstáculo para mis proyectos de vida y que si no podía hacer unas cosas, solamente tenía que encontrar otras que adaptándose a las circunstancias actuales, me resultasen igualmente satisfactorias.

Entre estas iniciativas destaco la de realizar una tabla de ejercicios de gimnasia, al ser posible todos los días y sino alternos, que me ayuden a conservar mi cuerpo en  una forma física aceptable. No se trata de prepararme para las olimpiadas y tampoco necesito de grandes recursos (no es necesario acudir al gimnasio para estar en forma), no tengo pesas, ni bicicleta estática, tampoco las necesito, mi propio cuerpo y un poco de fuerza de voluntad son suficientes herramientas para conquistar mis objetivos. Para mi tabla de ejercicios me basta con una simple esterilla y ropa cómoda, para ponerme a trabajar, (si se presta aconsejo una buena  música motivadora para crear atmósfera. Yo suelo ponerme la banda sonora de Rocky, pero eso ya es preferencia de cada cual). A continuación me pongo a trabajar: “Ejercicios de cuello”, “Estiramientos”, “Flexiones”, “Abdominales”, “Movimientos de las extremidades”, “Equilibrio” se han ido convirtiendo en una saludable rutina que me está ayudando a pasar por esta etapa extraña de nuestras vidas de una manera mucho más llevadera. En mi caso dicha tabla se encuentra guiada por mi fisioterapeuta Lidia, pero hoy en día en Internet se pueden encontrar millones de ellas. Como además tengo la suerte de contar con una casa de campo con  una finca de considerable tamaño, tengo la oportunidad de caminar por ella, vueltas enteras, correr (aunque esto todavía no lo he practicado), nadar en la piscina (pero el tiempo no lo permite) y una innumerable cantidad de otros ejercicios que me fortalecen cada día. Desde que me he puesto en marcha con estas iniciativas me encuentro mucho mejor y me hace pensar que el día que vuelca al Gym o a las bicicletas de Rodando, lo podré hacer en plenas facultades. La única barrera, mi discapacidad. Lógicamente no corro todo lo que quisiera, las articulaciones no me responden al cien por cien y múltiples dolores acampan por toda mí anatomía (para ello están los analgésicos), pero pese a todo ello, la gimnasia me ayuda a sentirme un poco mejor si cabe, a que mi postura mejore un poco y con ello mis dolores se hagan un poco más llevaderos.  Unos dolores que hace tiempo invadieron mi espalda, mi cuello, mis articulaciones, unos dolores que me provocan un gran cansancio, debilidad y dificultad para hacer las tareas diarias, pero que a través de estos ejercicios parecen mejorar considerablemente. Es posible que no pueda volver al gimnasio, no lo sé, pero al menos me permiten llevar su cabe un poco mejor mi rutina diaria, de manera que será una nueva costumbre que empiece a formar parte de mi vida de aquí en adelante.

Son muchas las cosas en las que uno puede iniciarse durante este tiempo si es que no las has probado con anterioridad (¡algunas pueden resultar emocionantes!), muchas de ellas muy positivas como puede ser el ejemplo de la meditación, la relajación o incluso la oración pueden ser puertas de entrada hacia un  espacio interior pleno y a través de ellas puedes reencontrarte contigo mismo y quién sabe si descubrir cosas acerca de ti que jamás imaginaste podrías albergar en tu interior. Yo lo estoy haciendo, como también estoy tratando de usar parte de mi tiempo para realizar un montón de cosas que me apasionan y no necesito salir de casa para llevar a cabo su ejecución. Leer, disfrutar del cine, de las series, de la buena música, de pasatiempos, jugar al ajedrez, al póker, escribir o simplemente grabar vides haciendo al gandul para luego echarme unas risas con los amigos. Paseo por la casa, hago vida familiar y disfruto de todas las oportunidades que me da Internet. Y todo ello me supone un gasto mínimo, por lo que económicamente este confinamiento también tiene su lado positivo. Las comidas que hago son más sanas, también más abundantes, pero el tema de los kilos de más lo dejaremos para la vuelta a la normalidad. Disfruto de cada instante, de cada momento con la familia, al fin he conseguido vivir sin reloj y eso también me gusta. ¡Qué más se puede pedir! Se puede ser perfectamente feliz con menos, incluso más que con el consumo desenfrenado y todo ello, me parece sencillamente maravilloso. ¡Qué lástima que tenga que haber llegado un Coronavirus para que nos diésemos cuenta!

Cuando todo esto pase… veremos el mundo desde una perspectiva diferente, aprenderemos a valorar mejor esa libertad, la administraremos con mayores dosis de sabiduría. Y eso es bueno. Yo francamente desearía que en  los tiempos venideros, todos seamos un poco más humanos y algo menos materialistas, que nos demos cuenta de que el dinero no lo es todo y que la vida es un suspiro, que no merece la pena desperdiciar haciendo daño a los demás, sino que debemos aprovecharlo para tratar de ser todo lo felices que seamos capaces y de paso tratemos en la medida de lo posible, contagiar a los demás con este tipo de aptitud. Porque en el fondo, la felicidad es una actitud que todos podemos trabajar en nuestro día a día…

“Hoy es un buen día para empezar”, dice una conocida canción de Ricardo Arjona, yo soy de la misma opinión y creo que éste es un momento perfecto para intentar dar los primeros pasos hacia una mañana mejor… yo ya he comenzado. ¿Y tú, cuándo piensas dar el paso que cambiará tu vida para siempre?

 

 


martes, 14 de abril de 2020

SI ME PONGO A PENSAR EN TI, ME ENTRAN GANAS DE LLORAR


LÁGRIMAS

 

Vierto lágrimas nostálgicas,

recordando tus besos matinales,

con sabor a frescor de madrugada,

los cuales, en ocasiones persigo,

como un furtivo en celo permanente.

 

Vierto lágrimas sin pudor,

rememorando nuestros paseos,

por las calles de nuestra Pontevedra,

de la que estamos tan enamorados,

por ser cuna de nuestro amor.

 

Vierto lágrimas y más lágrimas,

pues mi corazón necesita alivio,

y no lo halla en sitio alguno,

es un tesoro escondido en el alma,

y perdí la llave que abre su cerrojo.

 

Vierto lágrimas de cocodrilo,

reviviendo nuestras tardes en el parque,

y el calor primaveral, como testigo directo,

de cómo nuestras salivas se fusionan,

en un beso con agridulce sabor a nostalgia.


POEMA DE AMOR IMPROVISADO

 

CALVARIO

 

No me hiere con saña

la ausencia de los bares,

no me preocupa

dejar esas butacas vacías,

ante una pantalla en blanco,

o que los conciertos

se queden huérfanos.

Pero es un calvario

estar desnudo de tus caricias

mimandome las mejillas,

cuando la vida duele,

que es demasiado a menudo.


sábado, 11 de abril de 2020

POEMA PARA UN DÍA DE TRISTEZA

CORAZÓN QUE SE APAGA

Un nuevo corazón silenciado
por la cuchillas de la muerte,
la crueldad nos hizo su agosto,
trocando en tragedia, tu suerte.

Otro corazón que se apaga,
una llama que deja de alumbrar
otra pérdida que nos supura,
otra vida que no podré olvidar.

Tu corazón ha dejado de latir,
y mi alma me baña de lágrimas,
me faltan los fueros para gemir,
cada una de mis oscuras rabias.


José Sergio González Rodríguez
"Esos días Difíciles"

viernes, 10 de abril de 2020

Palabras surgidas de la lluvia.

BREVE

Seré breve…

Geranio,
bella natura,
viste mi jardín.

Distancia,
cuerpos separados,
que se desean.

Soledad,
te añoro en el frío,
soy vela sin luz.


José Sergio González Rodríguez

VOLVEREMOS A SOÑAR


SONRISAS

Cuando el mal huya despavorido…
La vida se llenará de sonrisas,
que se abracen hasta el infinito,
mientras buscan en las estrellas
la luz que guíe su vital camino.
 Nosotros volveremos a soñar
como lo hacen los ángeles,
nos descubriremos todas las noches,
y reescribiremos el don de amar.
 Nuestras almas serán fusión nuclear,
calor de verano en el mes de enero,
la felicidad es un garabato por dibujar,
en un nuevo folio vestido de futuro.
Toda tragedia pasará de largo,
cuando el mal huya despavorido

José Sergio González Rodríguez.

domingo, 5 de abril de 2020

CUANDO DEBUTÉ EN EL TEATRO: GRACIAS AL GRUPO ARUME

RECORDANDO LA PASIÓN

Hoy domingo 5 de Abril es Día de Ramos para todos los católicos y para los cristianos en general. Hace unos años, no muchos, esta tarde me tocaría participar en la primera de las representaciones de LA PASIÓN con el grupo de Teatro Arume. Dando así a una semana de teatro religioso en compañía de maravillosas personas llevábamos La Pasión del Señor por diferentes puntos de la Comunidad Gallega. Esta fue la primera obra que tuve la oportunidad de representar y mi primera toma de contacto con el mundo del teatro, gracias a la confianza que Juan García (director) y el resto del grupo puso en mí. Pese a mis dificultades, hice todo lo posible por estar a la altura de una representación de este nivel. Fueron unos hermosos días de convivencia, donde tuve la oportunidad de conocer a gente maravillosa, interactuar con ellos y conocer nuevas experiencias, fueron días de integración, donde siempre me consideré un miembro más del equipo, fue un tiempo de tensiones, de nervios a flor de piel, en definitiva de espectáculo.

Independientemente de las creencias de cada cual, yo no soy de creer en la resurrección y pienso que toda vida se termina aquí, que dios no es más que un amigo imaginario que nos ayuda a llevar mejor las penurias y sobre todo el abandono de esta vida, considero La Pasión de Cristo uno de los grandes eventos dramáticos en los que un actor puede participar. Una tragedia con todas las herramientas posibles para crear una de las mejores tragedias de la humanidad, pero también una obra llena de filosofía, de religión y de vida. Jesús, el hombre, en el que sí creo, fue un sabio, en mi opinión un gran comunista, el primero probablemente y sin duda el mejor ejemplo de vida que uno puede seguir en este mundo. Pero un hombre, al fin y al cabo. No voy a hablar aquí de sus enseñanzas, pero sí que puedo decir que desde que interpreté esta obra pude entender mucho mejor su amor, su mensaje de vida y todo ello me hizo crecer por dentro. Para mí siempre será un honor haber interpretado esta obra, como también es un honor el hecho de poder haber aportado mi grano de arena, para que dicho proyecto pudiese seguir adelante.

Vender un proyecto como LA PASIÓN en los tiempos que corren, no es nada sencillo, como tampoco lo es sacar adelante cualquier proyecto artístico. Y con el paso del tiempo, la obra dejó de representarse tras cuarenta años en escena, lo que no deja de ser una verdadera lástima. Este año, el grupo preparaba una obra titulada RESURRECCIÓN que me imagino, no se está representando por motivo del Coronavirus. Si bien es cierto que hace semanas fui invitado a participar como actor, ya en su momento acabé rechazando el proyecto imaginando los tiempos que se avecinaban. Ahora lo importante; Es Quedarse En Casa. Pero lo cierto es que rechazar esta oferta de volver a subirme a las tablas ha sido una elección muy dura para mí, como me imagino lo será para toda la gente que había puesto tantas ilusiones en dicho proyecto, por ello desde estas líneas deseo mandar unas muestras de cariño a todo el Grupo ARUME. Como uno no sabe lo que le puede deparar el futuro, no me gusta hacer planes a largo plazo, pero en cualquier caso, me gustaría decir, que si en algún momento el grupo tuviese trabajo para mí, que sepan que siempre podrán contar conmigo

. Ahora lo importante es que esta cruel enfermedad salga para siempre de nuestras vidas y que más pronto que tarde, todo vuelva a la normalidad.

Quiero terminar este artículo deseándoles a todos los cristianos y al mundo en general una Semana Santa tranquila, hermosa y si se presta, llena de fe.


miércoles, 1 de abril de 2020

EJERCICIO PARA UNA CUARENTENA

VOLAR COMO UN AVE LIBRE HACIA DONOSTIA

 

Si permitiese a mi imaginación volar como un ave libre, sé perfectamente a donde la dirigiría su instinto, ella viajaría al norte, hasta la Costa Vasca, para aterrizar en tierras donostiarras. Si este suceso fuere posible, significaría que viviría una realidad paralela donde el famoso Coronavirus, no nos tendría confinados en nuestras casas como sardinas enlatadas y toda esta pesadilla de muertos que hoy invaden nuestros noticiarios, no sería más que otra fantasía salida de las arcas de la fantasía.

Hoy me gustaría tener la capacidad de tele-transportarme de la misma manera que lo hacían los protagonistas de la famosa saga STAR TREK y encontrarme de repente en las hermosas calles de Donostia. No me importa en absoluto que no estamos en las fechas en las que se celebra su Festival de Cine, tampoco que  la temperatura en esta época del año no sea muy veraniega, estoy seguro de que si me encontrase allí vería la vida con el color de otros ojos.  Volver a pasear al lado de la Playa de la Concha, esta vez acompañado por Mayka y poder bajar a la arena durante el atardecer para ver como se pone el sol, para acto seguido terminar cenando alguno de los famosos pintxos en la zona vieja de la ciudad.

Éste es ahora mi sueño, uno que no creo que se pueda realizar, pero soñar es libre, no cuesta dinero y te hace experimentar sensaciones hermosas.

 

 


AGOSTO MELANCÓLICO

  MIS SUEÑOS ADORNAN LAS CUNETAS   1 Agosto, me engalana de luto, con su mantilla de pesadumbre, roba mis ansias por el camino, rodeado por ...