viernes, 16 de noviembre de 2018

NUESTRO MAGOSTO 2018




Hoy 16 de noviembre de 2018 el Centro de Amencer Aspace de Campolongo (Pontevedra) celebramos nuestro Magosto, con cafés, castañas y mucha alegría, así como con la visita de alguien muy especial, la del castañero Paco, también conocido como el Príncipe de las Castañas,  una de las figuras emblemáticas y clásicas de nuestra ciudad. Paco suele situarse todos los otoños en la Plaza de Compostela (donde se encuentra nuestra ya mítica “fuente de los niños). Allí delante de lo que ahora es Zara Home y en tiempos pasados estuvo el mítico CINE GONVIZ, tiene su puesto de castañas.




La imagen puede contener: una persona, de pie, calzado y exterior

Hace tiempo que me llamó la atención la decoración del Tren de las Castañas que regenta el buen amigo Paco, donde destacan un homenaje al Pontevedra Club de Fútbol con el equipo de gala que formaba el “Hai que Roelo” y que llegó a competir en la Primera División Española de este Deporte, así como una imagen de nuestro castañero en compañía del Político y Expresidente del Gobierno, D. Mariano Rajoy, otra de esas personalidades que enaltecen la ciudad de Pontevedra.

La imagen puede contener: una persona, sentada y exterior

Durante su visita, vino acompañado con su trenecito y nos regaló castañas a todos, repartió sonrisas, anécdotas de su vida y se hizo fotos con todos nosotros. Desde aquí quiero agradecer en nombre de la Asociación Amencer Aspace, su visita y solidaridad con nosotros.

 Quiero mandarle un abrazo mientras pido a la ciudadanía pontevedresa que siga apoyando a personajes como el del castañero para que estos viejos oficios nunca dejen de pasar de moda, pues son una parte esencial de nuestra cultura.

jueves, 15 de noviembre de 2018

HADES DEL AGRAVIO




Eres luciérnaga beata,
arañada por la cólera,
violentada por la falsa caricia,
ésa que venera el ataúd.
El mal duerme en tu lecho,
Satanás, usa tu toalla,
mientras una pesada cruz,
es cargada a tu espalda.
Te prometió un reino dorado,
y te agasajó con un infierno,
te vistió, modelo de trapo,
volcó tu futuro
en una gélida tiniebla,
que te doblega cada día.

Eres corazón con grilletes
en el Hades del agravio,
tu vida se perfuma con odio
y es devota del engaño.
Eres diana del martirio.
¡Maldita sea la dicha!,
Que ayer te dio su saludo,
rodeándote con falsos espejos,
que ocultaban su amargura.

¡Degradada en vida!
De mierda es tu corona,
cada hora huele a rencor,
los minutos juegan al odio,
con instantes de pavor.
No busques ayuda en el cielo,
que es sordo y ciego,
busca las voces del refugio,
donde no reina el miedo.

¡Mereces cruzar ese puente!
al otro lado se halla la integridad,
atraviesa ese túnel del terror,
y hallarás tu dicha.
No detengas tu marcha,
tu corazón dicta el camino,
enciende la llama dorada,
e iluminarás tu felicidad.

jueves, 8 de noviembre de 2018

¡LA GRAM FIESTA DE LA HAMBURGUESA AMENCER-ASPACE!



CONCINANDO JUNTOS

Otro otoño más, vuelven las castañas, vuelven a vestirse los suelos de los parques con las hojas caducas y también volvió ayer otra edición de EN ASPACE COCINAMOS JUNTOS. Ayer la Escuela Militar de Marín dio cabida a la primera de las semifinales, en la que participaron varias familias y profesionales de la Asociación. La semana próxima tendrá lugar otra semifinal en la sede de APAMP (Vigo), y otra en ASPACE CORUÑA. 

La imagen puede contener: comida

Los ganadores de ambos certámenes se tendrán que ver las caras en un duelo final que tendrá lugar en ASPACE CORUÑA el próximo 29 de noviembre en A Coruña. En la presente edición el tema elegido como ingrediente protagonista fue la HAMBURGUESA. Se valoraban dos modalidades, el formato tradicional y el texturizado. El tipo de hamburguesa que se elaborase y sus ingredientes eran libres, abarcando carnes varias, pescados, legumbres… además de una gran libertad por parte de los participantes a la hora de elaborar las presentaciones más variopintas. La edición de ayer contó con nueve parejas compuestas por un usuario de la Asociación y un voluntario.

La imagen puede contener: 5 personas, personas sonriendo, personas de pie



 En la edición de ayer los ganadores fueron Diego Moares, Esteban López y David Villaverde que volvieron a demostrar un año más su enorme talento en los fogones. El premio al mejor texturizado se lo llevó el alumno del colegio Hugo y su madre Carmen que también dieron muestras de su enorme talento en el arte de la cocina. Un evento del que disfrutamos todos y por el que debemos dar las gracias a nuestros colaboradores, empezando claro está por LA ESCUELA NAVAL, por cedernos su espacio un año más para poder celebrar nuestro particular Master Chef solidario, a Federación ASPACE GALICIA, organizadora del evento, a todos los componentes del jurado encabezado por la figura del bloguero Alberto Rivas, un miembro del personal de la Escuela Naval y el nutricionista Luis  e que nuevamente cumplieron con la difícil tarea de juzgar los diferentes platos en busca de un ganador, ¡Aunque en el fondo GANAMOS TODOS!, a la Asociación Amencer Aspace y a todas las familias, trabajadores y voluntarios que un año más han dado uso de toda su buena voluntad y su destreza en la cocina, para que todos los chicos, todos los usuarios y el público asistente podamos haber disfrutado de esta genial jornada.

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Esperamos que esta edición sea una más que forme una gran familia tanto con sus predecesoras como con aquellas que esperemos podamos disfrutar en el futuro. Que termino, ¡Deseándole toda la suerte del mundo a los ganadores en esa gran final que les espera en la ciudad de Hércules a finales de este mes.
¡En hora buena a todos!


lunes, 5 de noviembre de 2018

INCLUSIÓN A LA INVERSA


El pasado martes 30 de noviembre la asociación Amencer-Aspace participó en el III ENCONTRO PROVINCIAL POLA INTEGRACIÓN, que tuvo lugar entre el Sexto Edificio do Mueso de Pontevedra (día 29) y el CEIP Príncipe Felipe (día 30), al que asistieron  diferentes entidades relacionadas con el mundo de la discapacidad. El evento contó con la colaboración de la DIPUTACIÓN DE PONTEVEDRA, que estuvo personificada en la figura de Digna Rivas.


Allí nuestros compañeros del CEE AMENCER-ASPACE; David López Medina y Uxía González acudieron como ponentes en dicho encuentro donde nos impartieron una Master Class sobre el proyecto INCLUSIÓN A LA INVERSA.

El programa de Inclusión a la Inversa nace con la idea de fomentar el aprendizaje y participación de nuestros alumnos en actividades inclusivas. Estas actividades han sido diseñadas específicamente para que puedan favorecer por igual a los alumnos con necesidades educativas especiales como para el conjunto del alumnado en general y en las que el ocio y la diversión juegan un papel fundamental a la hora de fomentar valores positivos entre todos los niños/as, que procediendo de diferentes realidades educativas, realizan sesiones de aprendizaje en común con el objetivo de proporcionar una mayor calidad educativa tanto individual como colectiva a sus vidas. Mediante una serie específica de actividades se pretende trabajar valores tan diversos como la empatía, la conciencia de la realidad de alumno con algún tipo de diversidad funcional, así como una actitud más reflexiva hacia las personas con discapacidad.

Creemos que la exposición fue todo un éxito y cumplió con las expectativas de los asistentes. Por nuestra parte ha sido un placer aportar nuestro granito de arena en este evento, en el que se desarrollaron diversas actividades de gran interés para todos.

SURCANDO LAS AGUAS DEL LÉREZ


Por

José Sergio González Rodríguez



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Hoy deseo hablaros de una de las experiencias más placenteras y relajantes de las que he podido gozar en las últimas fechas: El placer de surcar las aguas del Río Lérez en una zodiac gracias a la colaboración prestada por los clubs “Minauta” y “Sen Amarra” que alcanzaron un acuerdo con la Asociación Amizade, entidad dedicada al mundo de la discapacidad, para hacer uso de sus embarcaciones los días 4 y 5 de octubre del presente año. Fue entonces cuando la Asociación Amizade haciendo gala de su cortesía y solidaridad nos ofertó a los usuarios del Centro de Día AMENCER-ASPACE de Campolongo, para que nosotros también tuviésemos la oportunidad de disfrutar durante una mañana de estas embarcaciones.

La imagen puede contener: exterior, naturaleza y agua

La actividad se llevó a cabo desde el puerto de “A Moureira” donde el Gremio de Mareantes de la ciudad de Pontevedra tiene localizada su sede. La actividad que coincidió con una mañana que destacó por su cielo despejado y sus bajas temperaturas, dio comienzo a las 11:00 de la mañana, tras haber llegado a la zona por nuestro pie. “Reconozco que iba ansioso, pues quien me conozca sabrá que tengo una gran pasión por el mundo marino, aunque hasta el momento no he encontrado la forma de dedicarme de lleno a este mundo, espero que todo llegue”. Subimos a las dos embarcaciones en pequeños grupos a los que fuimos subiendo por turnos, el resto fue un agradable paseo que nos sirvió tanto para conocer un poco más nuestro río, así como para relajarnos por unos minutos mientras nos dejábamos llevar por las manos experimentadas de los marineros.
“En la embarcación en la que navegaba incluso llegamos a parodiar en un momento de felicidad de una de las escenas que Leonardo Di Caprio y Kate Winslet protagonizaron en la popa del barco”.

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Desde el Puente de los Tirantes hasta la zona de Poio, con la playa de Lourido al fondo nos sirvieron de escenario para nuestro particular paseo bajo el árido sol de octubre. ¿Qué más se le puede pedir a la vida?, solamente terminar la mañana con unos cacarros en uno de los bares cercanos al puerto antes de volver a nuestro Centro.
Debo reconocer que en el fondo de mi corazón, deseo que el mundo del mar entre de lleno en mi vida y que todavía albergo el sueño de convertirme en regatista algún día. Objetivo que tengo en mi retina desde hace tiempo, “como una de esas grandes pasiones que me falta por conquistar en la vida”.

Hasta aquí otro artículo sobre las actividades lúdicas que llevamos a cabo todos los viernes en el Centro de Día de Pontevedra, perteneciente a la Asociación de Padres de Paralíticos Cerebrales Amencer Aspace.

CARTA DE UNA TAZA AMARILLA (Segunda carta)





Carta de amor


A todos los humanos;

Las tazas somos damas sensibles horneadas y decoradas con el único objetivo de servir a la sociedad, en este sentido, nosotras al igual que las sartenes, escobas y demás utensilios del hogar no somos más que objetos infravalorados destinados a limpiar o aliviar las comodidades de los humanos. En mi caso sufro constantes y bruscos cambios de temperatura que hacen mella en cada una de las partículas que me forman. Tengo entendido que fuimos creadas del barro, igual que el mismísimo Adam del que habla el Génesis, pero en nuestro caso los dioses ante los que nos postramos son los humano.
Siempre me han tratado de manera despectiva, igual que a cualquier otro ser del ecosistema que forma cada vajilla, nadie nos ha preguntado jamás por nuestras preferencias, sino que nos han creado en el silencio para que en momento alguno podamos reclamar algún beneficio por nuestra contribución social a lo largo de nuestra existencia.  Ayer vertieron sobre mi vientre una jarra de té caliente que me escaldó hasta el más profundo de mis átomos. Cuantas bocas, nos besan y soban a todas horas, devoran las virtudes que albergamos en nuestro vientre con total desprecio. Aunque tengo entendido que no en todos los casos es así, también en nuestro caso se da la sociedad de clases; “En este sentido te puedo decir que la gente no te valora igual si has salido de Ikea o de Lladró, aunque la finalidad es siempre la misma, servir y callar, es como si unos tuviesen más clase que otros a la hora de hacer su trabajo. Eso es algo que se refleja muy bien en el mimo que nos muestran a unas piezas u otras, como unas son acariciadas con mimo y aseadas con mesura mientras las demás van de cualquier manera al lavavajillas o al fregadero de turno. “He aquí otra muestra de represión social”. Somos testigos todas, de infinidad de vivencias, miedos, alegrías y desazones mientras sentimos como el mundo se va pudriendo a nuestro rededor.
Dices que piensas mucho en la gente, que imaginas a los pobres jornaleros que han elaborado el café que disfrutas tan intensamente y que aviva tus sentidos e ilusiones. Pero en momento algo has hablado de las rudas manos del trabajador que forjó mi esqueleto en un viejo torno, al que me vistió de una forma u otra con un pincen y una receta a base de hermosas pinturas o dibujos que nos decoran, dime; ¿Cuándo te has fijado por última vez en la decoración de una taza de cafetería mientras tomabas un café?, nunca, te fijas en la prensa, en el paisaje, pero jamás en la herramienta que te permite disfrutar de tus placeres diarios. Nos coges sin vernos más que de pasado, nunca nos acaricias ni nos acercas si no es para utilizarnos o comprobar que estemos impolutas en el momento que nos utilizas, como si quisieses desvirgarnos a cada instante, como prostitutas que usas, pagas para tu placer y olvidas hasta que vuelves a necesitarnos. Y  tú me hablas tus anhelos de conquista, pues yo te hablo de respeto, del cuidado de aquellas cosas que te facilitan cada día y que van desde una vieja zapatilla a un cómodo sofá, debes apreciar el valor que aportamos a tu existencia y como somos herramientas constantes a la hora de favorecer tu bienestar. ¿Cuándo comiste una sopa sin cuchara?, ¿Qué valor le diste a la servilleta que limpió tu rostro de los restos de comida?, yo soy taza, sí, pero represento a todos los objetos que son víctimas de vandalismo, de aquellos que te dejas olvidados en la mitad de la noche cuando disfrutas de tus momentos de ocio. La próxima vez que hables del sabor agradable del café, también podías alabar el mimo del cuenco que te lo proporcionó, la máquina que lo hizo o el envase que lo conservó en buen estado hasta el momento de tu disfrute, “Porque le historia de los humanos, es también la historia de los objetos que utilizaron”. 
Mímame, acaríciame como a esa pareja de la que buscas el mejor de los placeres, cuídame y respétame para que podamos pasar juntos mucho tiempo, quiéreme como si fuese un bebé en tus brazos, la joya que luces en las noches de gala, aséame con mimo para que ninguna impureza me corrompa, sécame y guárdame para que siempre en encuentres en plenas facultades y pueda servirte gustosamente.”¡Háblame, dime que me quieres, que me valoras, lo importante que soy para ti!”. Soy consciente de que cuando se está arriba, cuando uno tiene todo el poder es muy fácil mostrar indiferencia hacia aquellos que solamente te dan por la cintura, como también es cómodo aparentar caridad cuando uno nada en la opulencia. Puede que yo solamente sea una  taza, un objeto del que uno puede prescindir con facilidad, pero ¿te has preguntado cuan imprescindible eres tú?, pues fíjate que un café no guarda el mismo sabor en un pocillo de cerámica que en uno de cristal, como tampoco se alimenta igual el amo que guarda el grano que el siervo que recoge el que cae por el camino y es posible que para otros semejantes a ti, tu presencia en la vida equivalga a un simple pocillo de porcelana perdido sin futuro en medio de una vajilla de plata…
El mundo está sostenido por pocillos de café comprados en un todo a un Euro y son muy pocos aquellos que llegan a vestirse de Lladró, por lo que no te fijes solamente en cómo viven aquellos que guardan el cerebro de oro y aprende siempre de aquellos que empujan la rueda que mueve el mundo, pues es más fácil que pases por esta vida como taza de porcelana, que como cariz de plata.
Soy consciente de que no poseo tu magia con las palabras, ni visto de traje gris, pero también soy flor de jardín, tú serás girasol, pero yo soy jazmín.
  Taza de café,
28 de junio de 2018





CARTA A UNA TAZA AMARILLA (Primera carta)




1

Carta de Amor

Recuerdo que esta mañana cuando llegué a la cafetería envuelto en el frío matinal, no esperaba que te posaras en mi mesa y que en el momento en el que lo hiciste, una extraña sensación navegó por mi estómago.
 —¿Un café en un vaso amarillo?, ¿No queden pocillos?—  le dije a la camarera.
—Pretendemos alegrar la mañana de los clientes aportando un toque minimalista, espero que le agrade — me lo dijo con una sonrisa abanderando su rostro antes de darme media vuelta y atender a otros clientes.
“Vamos que eres una taza alegre”, pensé mientras te observé de nuevo, “espero que no te pongas a bailar Twist en mi estómago de tanta felicidad que llevas impresa en tus células de cerámica”. Mientras te escudriñaba con mis pupilas me vino a la cabeza que hay mucha gente que no soporta el color amarillo, entre ellas, una amante francesa con la que hace tiempo viví una aventura sentimental entre sábanas de franela. Por el contrario, cuando algo amarillo se cruza en mi camino, mi corazón se vuelve girasol y mi rededor un prado tridimensional donde todos los actos de amor tienen su cátedra asegurada en el tribunal de la vida. Me recordabas a las estrellas y reviviste mis anhelos de conquistar otros planetas. Entonces pensé que en tu vientre los líquidos adquirían una sustancia diferente, no me erraba, con el primer sorbo fui capaz de atravesar los océanos y vislumbrar a los etíopes recolectando los pequeños granos que paren tu sabor amargo.  Al pensar en los etíopes, vinieron a mi mente la imagen de los africanos, su hambre, su desnudez, su falta de oportunidades, los cayucos a la deriva y como todos procedemos de la misma tierra, todos contamos con ancestros comunes, habitantes de grandes estepas y me pregunté; ¿beberían café en vasijas de barro?
Una taza amarilla, es una taza veraniega, son olas y arenas, son playas atestadas de gente al sol, son bikinis adornado cuerpos al sol, senos desnudos color café y noches de San Juan. Una taza amarilla es una fuente de placer de la que bebemos todos alguna vez. Me imaginé desnudo dentro de una gigantesca taza amarilla, nadando hacia un horizonte difuso mientras perseguía entre gritos, brazadas y toses varias entre las olas, a una sirena de piel blanca y cabello dorado. Mientras todo esto venía a mi cabeza y por miedo a perderte en las lagunas de la memoria, abrí en bloc de notas de mi celular y me propuse escribirte una carta de amor, una epístola romántica y melancólica que como todas las de su género comenzaba con una “Querida taza amarilla…”
No eres consciente de cómo acabas de cambiar mi mañana, has conseguido que mi mente de distraiga de banalidades y se centrasen en las cosas que realmente me importan; de repente no me interesa la economía mundial y mi curiosidad muestre su interés sobre la recuperación de mi amigo Antonio, que acaba de ser intervenido de un cáncer de próstata y de las enormes ganas de vivir que alberga a sus setenta y pico años… ¡Y yo quejándome! Me imaginé las diferentes vidas a las que ofreces tus servicios como objeto inerte, a las conversaciones que guardas entre tu esmalte. Las sonrisas y las miserias de las que eres testigo silencioso y de las vidas que te esperan hasta que un día algún cliente, o algún camarero durante un despiste te destroce en mil pedazos.
Entonces me pregunté, “¿Qué me haría brindar con una taza amarilla?” fueron tantas las cosas que vivieron a mi encuentro; la sonrisa de mi madre, la cura del SIDA, el fin de las guerras y del hambre, de los miedos, de los egoísmos, de los fanatismos, de la violencia… también brindaría por un día sin dolor, una comida que no va a la basura, por las vidas no profanadas de manera alguna, por los respetos mutuos, por un “Vive  y deja vivir”, un “No juzguemos si no queremos ser juzgados”, “Respetemos y seremos respetados”, “Amemos y dejemos que nos amen”, con inocencia, con pudor, con honorabilidad.  Tú también formas parte de una familia, de un grupo con el que te sientes identificado, con tus hermanos, los platos, vasos, cucharas…
Una taza amarilla, o blanca, o azul, que más da, lo importante no es eso, lo importante no es ser blanco, alto, negro… lo importante es ser vajilla, lo importante es ser humano.  Esa fue la lección que me diste.
Y por ello te adoro.
Siempre serás mi taza amarilla.
José Sergio González Rodríguez
28 de junio de 2018

CARTA DE UN NO NACIDO A SU MADRE



EL CORDÓN DE LA VIDA



Eres un alma iracunda yaciendo sobre las gélidas baldosas de tu cocina en una ruda madrugada invernal en la que has sido profanada por la incertidumbre. Dices que una presión salida de la nada presiona tu pecho hasta el punto de entrecortar tu respiración, al mismo tiempo que los jugos gástricos que llevas dentro emprenden una manifestación que altera todo tu cuerpo. Notas el peso de la Vía Láctea sobre tus hombros huesudos, como su lastre te carga pesar. Te observo desde el ángulo oscuro, estás ida, con la mirada perdida en la nada, te sientes herida “¿Por qué yo, por qué ahora?” te preguntas confusa, trémula, perdida en un desierto helado mientras tus manos sudan en la penumbra y tus mejillas dejan paso a las lágrimas que brotan de tus ojos. Piensas que tu sangre te dará la espalda cuando les des la noticia y te calumniará cuando les digas que no me quieres. Que no te sientes preparada, que todo ha sido un fatal accidente. Pero entonces te toparás con el peso de la tradición, te dirán que no debes quebrantar los lazos de la fe, que lo que alberga en tu vientre es un fruto beato, no es cierto, no existen tales esencias, que los dioses no son más que espectros salidos de viejos relatos destinados a programar los miedos del pueblo y así poder controlarlos a su antojo. Y por un momento incluso se te pasa la cruel idea de comparar a esa pequeña se semilla como un cáncer que te va a amargar el resto de tu vida, mientras ruegas a los cielos que todo no sea más que un mal sueño del que estás deseando despertarte. Entonces te imaginas como una margarita que ha quedado desnuda de pétalos después de que una adolescente jugase con ella al “me quiere, no me quiere”, mientras piensa en ese joven compañero de clase, del que se ha quedado prendada y con el que se imagina compartiendo su vida en el futuro. Aunque claro, todo ello no es más que fruto de la ilusión inocente. En cambio, ella no desea cargar en plena juventud con la inocencia del embrión que se gesta en su vientre y por el que se maldice cruelmente.

El frio que le transmite las baldosas en la oscuridad es el mismo que el que sus sentimientos albergan hacia el vástago indeseado. “Ese pimpollo soy yo, el sin nombre”. Me siento prisionero en una cámara acorazada a la espera de mi sentencia de muerte. Aquí no hay luz, aunque sí sonidos, los que proceden de un mundo al que me quieres vetar. ¿Por qué?, ¡No es justo!, yo también quiero ser testigo del atardecer durante una tarde de verano en un playa solitaria y paradisíaca. ¡Quiero vivir! ¿A caso tú no estás contenta de formar parte del mundo?, ¿No disfrutas de cada inspiración?, de los pequeños momentos, ¡Pero a mí me lo quieres negar!, ¡No es justo!

¿Crees que no te comprendo verdad?, pero lo hago, soy fruto de tu sangre y por lo tanto comprendo tu esencia igual como si yo fuera tú. Y en parte lo soy. Te sientes fulgor de alma mancillada por la incomprensión, flagelada por una sociedad que no te comprende, una herida que supura sin parar y que se ha propagado por la humanidad desde el principio de los tiempos. Eres reflejo de castigo y a cada instante te siento desvanecer. En ocasiones pienso que ya estuvimos juntos en una vida anterior, que en otro tiempo y lugar formamos parte de una familia cargada de dicha, que juntos disfrutábamos de la caída del crepúsculo, que de alguna forma estamos ligados el uno al otro desde los confines del espacio-tiempo. ¿Sientes que soy un castigo en tu vida?, sí, sé que lo piensas, piensas que soy la cruel recompensa a una noche de pecado, de debilidad erótica en la que decidiste dar libertad a tus deseos sexuales. Y no te parece justo, consideras que el precio del desliz es demasiado elevado, me crees responsable de tu mal, que se rompió el condón mientras oculta con aquel joven en los baños de una discoteca decidisteis experimentar con vuestros cuerpos. Y me culpas de todos tus males, de los presentes, de los futuros en un Déjà Vu interminable. Si es así, si realmente deseas terminar con todo, ¡hazlo ya!, si piensas que no soy más que una carga, ¡Abórtame! No, no lo hagas, no quiero dejar de existir, estoy vivo, lo estoy en ti y deseo proseguir mi camino. No te conviertas en mi barrera, no seas alambrada de indiferencia, no seas el látigo de los inocentes, tú no, eso no es libertad femenina, eso es un crimen, un acto genocida, una barbarie que de manera voluntaria, ningún animal no humano realizaría jamás. Deja que la naturaleza siga su curso, pues tienes la oportunidad de ser mi madre, pero no mi dueña. ¡No eres Dios!, no eres una diosa, ni una Virgen inmaculada, no eres santa, solamente un ser humano, como yo. Y te aseguro que eso no es poca cosa. Somos el animal por excelencia, tenemos el don de la Razón, aunque no siempre hagamos buen uso del mismo.  Somos humanos y el derecho a una vida digna debe ser inquebrantable, incluso para mí.

Pero tampoco quiero verte destrozada por mi existencia, por una culpa que no merezco. Así, que haz lo que tengas que hacer, pero hazlo ya, lo antes posible, no me hagas sufrir más, mándame al polvo del que vengo, del vuelta al mundo subatómico y ya solamente seré para ti un mal recuerdo que se ira borrando con el paso del tiempo. ¡Si me consideras fruto de Belcebú entonces entra en esa clínica sin decir nada a nadie y deshazte de mí! ¡Rápido, ya, ahora!, piensa que solamente soy el resultado de un mal cálculo matemático, bórrame de toda probabilidad. Y entonces puedes hacerte devota del látex, venerar las píldoras anticonceptivas como si fuesen imágenes paganas en una iglesia del mal.  
¿A caso me consideras vástago de Belcebú?, ¿Soy yo entonces fruto de una profanación?, aunque ese sea el caso, aunque sea resultado de un abuso machista, de una vejación en toda regla, no alcanzo ver justicia en la muerte de un inocente, la culpa de un tercero. ¡NO, ESO NO ES JUSTO!, solamente cedería mi existencia por ti, si tu vida corriese algún peligro, pues es tan grande mi amor por ti, que todo lo daría a cambio de tu integridad.

Imagíname en tu regazo, indefenso mientras me alimento de tu pecho, piensa en mi compañía, en las cosas que podremos compartir, en nuestras confidencias y en como estando juntos, ninguno de los dos se encontrará con la soledad. Nos consolaremos en las penas, juntos venceremos a las dificultades, nada se nos pondrá por delante. Y el día que te alcance la vejez, siempre tendrás al alguien que será sangre de tu sangre para mostrarte todo su cariño y apoyo.

Por favor, mamá…
No me abortes, no te deshagas de mí.
¡Quiéreme!, yo te corresponderé,
lo haré con todos mis fueros.

            Pero te necesito como guía en vital, para que con nuestras manos unidas podamos abrazarnos a un futuro esperanzador.

No rompas el cordón de la vida.
Él es hilo que nos une, que nos hace uno, que nos hará compartir un genoma único y lleno de vida, seremos carne de carne y uña de uña, día y sol de primavera, frescor de la mañana, aire y pulmón enfrentados a lo desconocido., seremos sueño y descanso, dicha y beatificación, seremos esa puerta abierta que conduce a un mundo mejor. Seremos brújula ante el destino, agua en el camino, sosiego y esperanza ante lo infinito.

¿Te has puesto alguna vez en mi situación?, una vulnerable semilla en tu vientre siempre a merced de tu libre albedrío. ¡Tengo tantas ganas de salir de aquí!, de sentir como el oxígeno libre se adentra en mis pulmones. Intentaré conquistar la vida y el universo desde mis primeros balbuceos hasta que el paso del tiempo me vuelva a reenviar al olvido subatómico, al polvo de estrellas, hasta fundirme en un universo de quarks que se desperdiguen azarosamente por el espacio-tiempo.
Sí, entiendo que también pienses en tu libertad, en que como diosa de tu cuerpo, ama de tu vida y dueña de tu tiempo tengas todo el derecho a elegir libremente, yo solamente te ruego que hagas siempre esa elección con un pensamiento positivo en mente. Mírame como un proyecto de futuro, una nueva oportunidad en tu vida, un reto existencial que te acompañará en tu día a día. Sueño con surfear océanos, recorres todos los senderos del planeta, escribir mis sueños y vivencias entre las blancas nubes, quiero abrazar el amor, conducir la Diablo de la libertad, sentir el apoyo de una madre y regalarle el mío siempre que lo necesite. Cuidarte cuando enfermes, consolarte cuando llores, ¿Qué más te puedo decir?, ¿Otra vez que te quiero?, ¿Qué estoy deseando recostarme en tu regazo? 
Todavía no he visto tu rostro pero tengo ganas de sentirlo con mis pequeñas manos, quiero escuchar tu voz, ¡Puedes hablarme antes de que nazca!, que yo prometo prestarte atención en todo momento, pues no pienso separarme de ti en mucho tiempo. Aquí, dentro de tu útero solamente soy una semilla en la oscuridad de tu útero, soy tu óvulo fecundado, tu ADN dispuestos a prolongar tu esencia hacia las generaciones futuras.

Lo siento, si me repito demasiado, si te insisto hasta la saciedad, solamente lucho egoístamente por mi vida, pero es que la acabo de conocer y me encanta, la deseo y temo perderla. Tengo miedo…

Escúchame un momento:

Me gustaría que cerrases los ojos por un momento, como si quisieses concentrarte, si lo deseas me gustaría que te pusieses en una posición cómoda, como si estuvieses reposando la comida bajo las ramas de un viejo sauce durante una cálida tarde de primavera. Quiero que trates de respirar profundamente, que te dejes llevar… ahora quiero que imagines como sería mi primera comunión, o el día que gano un importante premio deportivo, o el día que te presente mi primera conquista amorosa, o el día que me gradúe en esa carrera…
 
En cualquier caso es muy posible que en cuando abandone tu cuerpo, no recuerde nada de lo que te estoy contando, no seré más que una tabula rasa que debe empezar a ser escrita con una biografía y voy a necesitar que me ayudes a redactar esta experiencia. Quiero que sepas que espero contar contigo, para lograr esta meta, que me guíes con tino y me empujes en los momentos de flaqueza para que no desista. También es posible que en algún momento trate de rebelarme y que tengas que mostrar firmeza y temple en mi beneficio presente y futuro, es posible que en el momento no lo entienda, pero ahora mismo lo hago por adelantado.

Mamá, mamá… te quiero aunque nunca nos hayamos visto, pero necesito que me des la oportunidad de demostrártelo.

Ahora, todo depende de ti, de que no me cierres la puerta que conduce a tu vida, de que no interrumpas tu estado, de que no traspases la puerta de esa clínica.

No te rindas, no entres, se valiente y verás como la vida te recompensa con grandes elogios.

Te quiero, mamá.
Tu hijo no nacido.
José Sergio González Rodríguez.

PLAZAS PMR

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