Debo reconocer que en muchas ocasiones las barreas nos las ponemos nosotros mismos ¿Quién me iba a decir a mí que a los 43 años me iba a subir de nuevo a una bicicleta?, ahora solamente puedo desear que esta oportunidad se repita todavía muchas veces en mi vida, pues la bicicleta, es por encima de todo, esa vieja amiga la que nunca debí dejar de lado. Aprovecho una vez más para dar las gracias a mis amigos del Programa Rodando, Silvia a la cabeza, por darme la oportunidad de volver a disfrutar de este vehículo, aunque tan solamente sea un día por la semana. Porque gracias a Rodando, yo, a contracorriente siempre de gran parte de la sociedad "AMO LOS LUNES".
No hay comentarios:
Publicar un comentario