EL SUEÑO DE LLEGAR A FISTERRA

Por

José Sergio González Rodríguez

El  pasado domingo 7 de Agosto, el grupo de Andarines del Programa Rodando, terminamos la última etapa del Camino a Fisterra, continuación del Camino de Santiago Portugués, con el que pusimos el punto y final a un ilusionante proyecto que cambio nuestras vidas para siempre, al mismo tiempo que recorríamos a pie o sobre nuestras sillas de ruedas, múltiples paisajes de la geografía gallega. Sudor, esfuerzo, ilusión o compañerismo, fueron algunos de los términos que reinaron en los corazones de todos, durante todo este proyecto, que comenzó hace casi un año como el reto personal de llegar a Compostela y terminó convirtiéndose en una gran aventura en grupo, donde todos tuvimos la oportunidad de conocer gente nueva con la que enriquecer nuestras vidas, mientras compartíamos experiencias e ilusiones. Y es que, el Camino, da para mucho, momentos alegres, otros duros, otros emotivos... pero sin duda, todos únicos. Terminar en Finisterre, fue el sueño de mi amigo Jenner, pero también el de Lara y el de otra mucha gente, una meta que solamente se podía conseguir con tenacidad y determinación, algo que de lo que este grupo demostró ir sobrado. 

La Familia Rodando

No se trato de la etapa más larga, poco más de 10 Km nos separaban de la meta, tampoco la más dura, pero a cada paso que se daba, uno tenía la sensación de acariciar un poco más su sueño personal y ello, le dio al día un sabor muy dulce en las almas de cada uno de los participantes.

Tino Lores, uno más del grupo, empuja la silla del compañero Manu.

Quiero destacar que la presente etapa, contó además con la presencia de Tino Fernández, Concejal de Deportes del Ayuntamiento de Pontevedra, que nos prestó la colaboración de este organismo para sufragar parte de los gastos de esta aventura, así como a Panadería ADEVESA, que semana tras semana, nos aportó alimento y refrigerios para cada una de las etapas, lo cual nos facilitó mucho cada una de las etapas de este Camino.

Celebrando el Triunfo de todos y cada uno de los participantes.

Tino, además, nos acompañó durante esta última etapa, regalándonos toda su cercanía como persona, apoyando y colaborando en todo momento, demostrando ser ya uno más del grupo. Tino, te esperamos en más retos como éste...

En el Faro de Finisterre.

Como no podía ser de otra forma, el sueño terminó con una gran comilona, fiesta y tiempo para relajarse en la playa, antes de emprender el camino de vuelta, regalarse y merecidos "Hasta luego" y encomendarse para una nueva aventura, que todos esperamos, llegue más pronto que tarde. No nos olvidemos "A Vida e Movernos".